Por la mañana, las fuerzas del orden persiguieron a los dos sospechosos del atentado del miércoles, que dejó 12 muertos, y se produjo en tiroteo en una carretera al noreste de la capital, según fuentes policiales.
Los disparos se produjeron a una media hora en coche de la zona donde se les buscaba el jueves, precisaron las fuentes.
Posteriormente fuentes allegadas a la investigación informaron que tras el tiroteo se produjo una toma de rehenes en una empresa de Dammartin-en-Gole, localidad de unos 8.000 habitantes a unos 40 km de París, no lejos del aeropuerto Charles De Gaulle. La cantidad de rehenes no pudo ser precisada de inmediato.
Las fuerzas de élite buscaron toda la noche en el norte de Francia a los dos hermanos sospechosos de la autoría de la matanza en la sede de Charlie Hebdo, que conmocionó al país y que no impedirá la publicación de un nuevo número el miércoles con una tirada de un millón de ejemplares.
En Washington, responsables estadounidenses revelaron que los dos sospechosos, los hermanos Cherif y Said Kouachi, de 32 y 34 años de edad, franceses de origen argelino, figuraban desde hace años en la lista negra norteamericana de terroristas, y que Said Kouachi recibió entrenamiento de armas en Yemen.
Hombres del RAID y del GIGN, las unidades de élite de la policía y la gendarmería, peinaron durante la noche la región de Picardía, donde regía el máximo nivel de alerta antiterrorista.
En la zona situada a unos 80 km al norte de París habían sido localizados los dos hermanos yihadistas.
El atentado fue saludado por los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) y los shebab somalíes, que lo consideran “heroico” .
Los dos hermanos -el menor, Cherif Kouachi, fichado por los servicios antiterroristas franceses- fueron reconocidos la mañana del jueves por el encargado de una gasolinera cerca de Villers-Cotterts, una pequeña localidad de Picardía.
Lo encañonaron con la intención de conseguir comida, indicó una fuente cercana al caso. No llevaban pasamontañas, según las cámaras de videovigilancia, estaban armados con fusiles de asalto kalashnikov y un lanzacohetes en el coche.
La pista del terrorismo islámico, privilegiada muy pronto al confirmarse que los asesinos gritaron “Alá Akbar” (Alá es el más grande) , se vio reforzada por el descubrimiento de una bandera yihadista en el coche abandonado el miércoles por los sospechosos en París durante su fuga.
Nueve personas del entorno de los dos prófugos fueron detenidas, anunció el ministro de Interior, Bernard Cazeneuve, y añadió que Said Kouachi fue “reconocido formalmente en una foto como el agresor” .
Su hermano Cherif fue condenado en 2008 como integrante de una red de envío de combatientes a la rama iraquí de Al Qaida.
Ambos figuran en las bases de datos estadounidenses de personas sospechosas de terrorismo, incluyendo la conocida “No Fly List” que conlleva la prohibición de tomar vuelos con salida o destino en Estados Unidos.
Además, el mayor, Said, pasó “unos meses” en Yemen en 2011 entrenándose en el manejo de armas con un miembro de Al Qaida, antes de regresar a Francia, indicó otro alto responsable estadounidense.
El jefe del MI5, servicio británico de información interior, declaró el jueves que un grupo islamista extremista que se encuentra en Siria proyecta “atentados de gran envergadura” en Occidente.
Andrew Parker, director general del MI5, dijo que podrían ser ataques cometidos por individuos que regresan de Siria.
Tensión extrema
El clima de extrema tensión en Francia desde el atentado -algunos editorialistas y políticos no han dudado en hablar de “guerra” y el diario Le Monde tituló “El 11 de septiembre francés” – se intensificó al producirse un tiroteo la mañana del jueves en Montrouge, municipio contiguo a París. Una joven policía de prácticas murió y un empleado municipal resultó herido.
Hasta el momento no se ha podido establecer ninguna relación entre este suceso y el atentado contra Charlie Hebdo, según el ministro de Interior.
Una atmósfera de recogimiento y duelo nacional prevalecía en Francia al día siguiente del atentado que diezmó el equipo de una publicación emblemática de la libertad de expresión y la irreverencia.
Todo el país mantuvo un minuto de silencio el jueves al mediodía y por la noche la iluminación de la Torre Eiffel se apagó un momento.
Los representantes del islam en Francia instaron a sus fieles a “participar de forma masiva en la manifestación nacional” en memoria de las víctimas prevista el domingo en París.
El presidente Franois Hollande multiplicó las reuniones con los dirigentes políticos, invitados a esa “marcha republicana” , de la que está excluido el ultraderechista Frente Nacional.
El presidente estadounidense, Barack Obama, acudió el jueves a la Embajada de Francia en Washington para rendir homenaje a las víctimas del ataque y firmar el libro de condolencias.
“Avanzamos juntos, convencidos de que el terror no vencerá a la libertad ni a los ideales que son los nuestros, los ideales que iluminan el mundo. ¡Viva Francia!” .