El izado de la bandera estadounidense -las barras rojas y blancas y las cincuenta estrellas- será “otro paso” en “un proceso de normalización” entre Cuba y Estados Unidos, dijo el lunes Mark Toner, portavoz del Departamento de Estado.
Kerry arribará a La Habana a las 8H35 (12H35 GMT) junto con una comitiva de altos diplomáticos y congresistas estadounidenses para la ceremonia, que contará con invitados especiales.
Los tres marines que arriaron la bandera durante las últimas horas de la embajada en 1961 volverán al mismo sitio para izarla de nuevo. Para uno de ellos, el excabo Larry Morris, la bandera estadounidense “vuelve a donde debe estar”.
A pesar del gran simbolismo, la ceremonia es una formalidad pues los dos países restauraron lazos diplomáticos plenos el 20 de julio.
Cuba y Estados Unidos, enemigos durante la Guerra Fría, habían roto relaciones en 1961 tras la revolución castrista dos años antes, pero desde 1977 mantenían Secciones de Intereses como embajadas de oficio.
Tras el deshielo, Obama y Castro se reunieron en abril durante la Cumbre de las Américas en Panamá, y el canciller cubano Bruno Rodríguez se dio cita en Washington el 20 de julio para reabrir la embajada del país latinoamericano.
Cuba también fue retirada de la lista del Departamento de Estado sobre países que apoyan el terrorismo.
Kerry se reunirá con disidentes
Kerry es esperado por la disidencia al gobierno de Castro, días después de que varios opositores fueran arrestados momentáneamente durante una manifestación.
“Me reuniré con disidentes (…) Tendré la oportunidad de sentarme con ellos”, dijo el jefe de la diplomacia estadounidense al canal latino Telemundo el jueves.
El encuentro, lejos de la mirada de la prensa, tendrá lugar en una ceremonia posterior en la residencia del embajador estadounidense, y no en la embajada, sede de la gran ceremonia pública.
En antesala a la reapertura de la embajada -un gigante de hormigón frente al conocido Malecón -, las fachadas de viejos edificios de La Habana fueron pintadas y las calles aledañas pavimentadas en tiempo récord.
El escritor estadounidense de origen cubano Richard Blanco, conocido por haber recitado una obra durante la toma de posesión del segundo mandato de Obama, leerá un poema en la ceremonia.
Kerry se reunirá también con Bruno Rodríguez para avanzar en la agenda bilateral sobre lucha antinarcóticos, seguridad y ambiente, entre otros temas.
Pero un encuentro con el presidente Raúl Castro o su hermano Fidel, cuyo cumpleaños 89 se celebra este jueves, fue descartado por las autoridades estadounidenses.
A pesar de la muy ajustada agenda, Kerry dijo que espera no partir sin antes dar un paseo por La Habana Vieja.
“Cuantiosos millones de dólares”
Desde que Washington anunció en diciembre el reacomodo de su política hacia la isla, el tono de la relación entre Estados Unidos y la Cuba antiimperialista ha mejorado sustancialmente.
“Es toda una nueva era: luego de 50 años de hostilidades la apertura de las embajadas finalmente nos permitirá discutir nuestras diferencias de manera civilizada”, dijo Geoff Thale, del Washington Office on Latin América.
Pero los complejos temas de fondo -el fin del embargo, que solo puede aprobar el Congreso, o el pago de compensaciones por las estatizaciones- auguran un largo proceso de normalización.
Fidel Castro, que en 2006 delegó el mando a su hermano Raúl por motivos de salud, lo puso muy claro este jueves al sugerir en un escrito que Washington debe pagar a Cuba “cuantiosos millones de dólares” por los daños causados por el embargo comercial a la isla.
El acercamiento diplomático tampoco está libre de detractores.
Para el congresista Mario Díaz-Balart en la ceremonia se estará “alzando la bandera blanca de la rendición de todos los principios de Estados Unidos”.
En la isla, el expreso político cubano Ángel Moya denuncia que Obama “tiene la culpa de lo que está pasando (en Cuba), el gobierno cubano se ha envalentonado con las negociaciones”.
Pero casi tres de cada cuatro estadounidenses (73% apoya el acercamiento diplomático y un 72% defiende el fin del embargo, según un estudio del Pew Research Institute.