El pequeño Maynor se las tenía que ingeniar muchas veces para jugar al futbol sin pelota; había que utilizar la imaginación e improvisar esféricos con cualquier cosa porque el dinero se destinaba para artículos de primera necesidad. “No era raro verlo buscar una piedra, así redondita, para comenzar a darle patadas como si fuera una pelota. La cosa era pasarse el día chutando con lo que hubiera”, relata su padre en una producción para el diario Diez, de Honduras. Sus padres intentaron reconducirlo hacia los estudios, pero al final acabaron confiando en Teodoro Amaya, su primer entrenador, quien les aseguró que Maynor tenía madera para futbolista profesional.
Amaya acudía en muchas ocasiones a casa de los Figueroa para convencerlos de que dejaran al pequeño asistir a algún partido con el Deportivo Coquito, el equipo de su barrio. En 1996, Maynor probó con el Deportivo Victoria, donde fue quemando etapas y haciendo méritos hasta que el equipo más famoso de Honduras, el Deportivo Olimpia de Tegucigalpa, se fijó en él y lo contrató. Allí se formó como defensa de peso en el futbol catracho y consiguió ganar dos títulos de Liga cinco años antes de que la Premier llamara a su puerta.
La gran oportunidad
En la isla ha tenido desde sus comienzos un aliado inesperado: Steve Bruce. El que fuera expeditivo central del Manchester United durante la década de 1990. Bruce dirigía en 2008 al Wigan y buscaba refuerzos para su línea defensiva. Maynor pasaba por ser un zaguero veloz y potente, con alguna laguna táctica, pero con una voluntad y un carácter tremendos.
Maynor probó durante 15 días a las órdenes de Bruce, hasta que el técnico quedó convencido. El hondureño firmó en enero con el Wigan pero no debutó hasta el 8 de abril, ante el Birmingham. En la Premier evolucionó y se convirtió en un carrilero zurdo que, además de defender, exhibe un terrorífico remate con la pierna izquierda. En diciembre del 2008, el Wigan compró su pase, ya que había jugado los meses anteriores, cedido por el Olimpia, y firmó un contrato hasta el 2012. El cambio fue duro para él y su mujer, la jugadora de balonmano Sandra Norales, pero se aclimataron a la vida británica.
En la campaña 2008-2009, Figueroa se convirtió en titular indiscutible para Bruce y también en la siguiente, en el Wigan, ya a las órdenes del español Roberto Martínez. Bajo su tutela, Figueroa entró en los libros de la historia de la Premier. El 12 de diciembre del 2009 marcó el tercer tanto más lejano en la competición; le marcó al Stoke desde 55 metros, en campo propio, y el balón describió una parábola perfecta. El partido acabó 2-2, pero Figueroa fue portada de los rotativos ingleses. Había marcado el gol de la temporada y eso le sirvió para ganar confianza. En febrero del 2011 llegó a cien partidos en la Premier, en un duelo que el Wigan perdió frente al Mánchester United.
En el 2013, el Hull City regresaba a la Premier y Bruce, su técnico, recuperaba a uno de sus jugadores predilectos al comprar al hondureño. Esta temporada Figueroa ha sido titular, por lo que llega al Mundial en buena forma. Para Honduras es un líder. Figueroa es el segundo jugador con más internacionalidades del actual combinado hondureño. Solo superado por Noel Valladares, tiene en sus espaldas ya la experiencia de la cita del 2010 y en Honduras esperan que sea el baluarte para Brasil. Lleva 11 años defendiendo la camiseta de su selección desde su debut, en el 2003. En la Selección ocupa muchas veces la posición de central y deja a Emilio Izaguirre, el lateral del Celtic, el costado izquierdo.
PERFIL
PERFIL
MAYNOR FIGUEROA
Nació el 2 de mayo de 1983, en Jutiapa, Atlántida, Honduras. Debutó en el futbol profesional en 1999, con el club Deportivo Victoria. En el 2003 firmó con el Olimpia, con el que jugó hasta el 2008. Llegó a Inglaterra en el 2008, con el Wigan Athletic. Ahí permaneció hasta el 2013, al fichar con el Hull City, con el que juega actualmente.