La Operación Santa y la Guardia Nacional de Alaska llevó los juguetes y otros regalos a Shishmaref el sábado pasado. Es el 58 año que se repite la operación de llevar alegría navideña a las aldeas remotas de Alaska donde abunda la pobreza.
“Para algunos chicos, si no fuera por los juguetes que les llevamos, tal vez no recibirían nada en Navidad”, dijo el mayor George Baker, comandante de división del Ejército de Salvación en Alaska.
Otra aldea además de Shishmaref que recibió la visita este año fue Newtok. Ambas han sufrido la erosión y deben trasladarse.
La Guardia Nacional proporcionó un avión C-130 para llevar a los voluntarios, que incluyen una banda del Ejército de Salvación, y los regalos a Shishmaref, unos 1.000 kilómetros al noroeste de Anchorage (600 millas) y 160 kilómetros (100 millas) al este de Rusia, al otro lado del Estrecho de Bering.