“Tenemos varios cables de electricidad derribados, tenemos varias casas dañadas”, señaló poco después Dana Coston, vocero de la policía de Cape Coral. Coston agregó que casi 10 mil personas se quedaron sin electricidad, pero que el servicio estaba siendo restaurado.
Fotografías mostraban automóviles volcados, un techo casi desprendido y árboles altos derribados sobre patios. La Cruz Roja abrió un refugio en una escuela para residentes que no podían regresar de inmediato a su casa.