“Definimos la idea y contratamos a artesanos del país para que nos diseñaran piezas específicas que utilizamos en el nacimiento, para que al final pueda ser exacto a lo que deseamos”, indicó Morales.
Herencia familiar
La familia Morales residió muchos años en Salamá, Baja Verapaz, y en 1970 se trasladaron a la capital, lugar en el que continuaron con el espíritu y unión familiar. La innovación conlleva un mensaje adicional: siempre hay nuevas formas de transmitir amor y paz.
“Más que tradición es una herencia de fe que fue inculcada por mi madre”, afirmó Morales, de 60 años, quien ha elaborado belenes desde su niñez.
“El año pasado logramos el cuarto lugar en el certamen de Prensa Libre, y este año, gracias a Dios, obtuvimos el tercero”, comentó sonriente.