El brócoli contiene una enzima que incita a las células a quemar grasa, en tanto que las nueces de macadamia aceleran el metabolismo y favorecen el funcionamiento de la hormona tiroidea. Además, ayudan a eliminar toxinas. Si estas se almacenan con la grasa, se transforman en celulitis.
El aguacate contiene grasa “buena” que quema grasa “mala”. La grasa monosaturada de este alimento mantiene sana la membrana de las células y equilibra las hormonas encargadas del almacenamiento de grasa.
Las ostras son un alimento bajo en calorías —seis unidades aportan unas 50 calorías— y contienen zinc, que ayuda a reducir el apetito.
El salmón es rico en omega 3, y un cuarto de una cucharadita de canela en polvo es suficiente para disfrutar de sus efectos adelgazantes, ya que ayuda a que la glucosa llegue antes a las células y así evitar el exceso de producción de insulina.
El café estimula la producción de adrenalina, que envía al organismo un mensaje clave: es momento de quemar grasa. En exceso, puede llevar al cuerpo a no gestionar de manera equilibrada la producción de insulina. Por último, los triglicéridos del aceite de coco se asimilan como energía y no son almacenados como grasa.