BBC NEWS MUNDO

5 preguntas sobre los denisovanos, los extraños parientes extintos de los humanos modernos que habitaron el planeta hace 50.000 años

Desde que fueron descubiertos los primeros restos de este extraño grupo de homínidos en 2008, los científicos no han descansado intentando conseguir más información sobre ellos.

Los denisovanos tienen rasgos comunes con los humanos modernos y los neandertales.

Los denisovanos tienen rasgos comunes con los humanos modernos y los neandertales.

La tarea, sin embargo, no ha sido fácil pues hasta el momento sólo se han descubierto unos pequeños fósiles de los llamados denisovanos.

Pero gracias a una nueva y compleja técnica que analiza la actividad del ADN, investigadores han logrado hacerse una mejor idea de su apariencia y de cómo vivían.

A continuación, te respondemos 5 preguntas clave con todo lo que hay que saber sobre esta especie extinta que vivió en Siberia y el Este de Asia.

1. ¿Quiénes eran los denisovanos?

En resumen: ni siquiera los científicos están seguros. Pero, según investigaciones, los denisovanos son un pariente extinto de los humanos modernos que vivieron en Siberia y el Este de Asia.

Algunos expertos han argumentado que los denisovanos son una especie completamente nueva de nuestro género, pero otros piensan que son simplemente neandertales orientales.

Desafortunadamente, es difícil saber el período exacto en el que caminaron por nuestro planeta, ya que se han descubierto muy pocos fósiles de los denisovanos.

Cueva de Denisova, en el sur de Siberia.
Getty Images
Cueva de Denisova, en el sur de Siberia.

Sin embargo, los fósiles indican que habitaron la cueva de Denisova, en el sur de Siberia (de ahí la palabra “denisovanos”), entre 50.000 a 200.000 años atrás. Además, una mandíbula de un denisovano descubierta en una cueva en la meseta tibetana indica que se pudieron encontrar en la región hace al menos 160.000 años.

Estos hallazgos sugieren que los denisovanos eran contemporáneos de los neandertales e incluso del Homo Sapiens (que surgió por primera vez hace unos 300.000 años). De hecho, la evidencia de ADN indica que tanto los neandertales como los denisovanos vivían en la cueva de Denisova, aunque probablemente no al mismo tiempo.

2. ¿Cómo fueron descubiertos los denisovanos?

Los denisovanos fueron el primer grupo de humanos que se descubrió basándose únicamente en su ADN.

Sin embargo, esto fue en gran parte por accidente.

En 2010, un genetista alemán, el profesor Johannes Krause (entonces estudiante de doctorado), estaba extrayendo ADN mitocondrial de lo que pensó que era un hueso de dedo de un neandertal encontrado en la cueva de Denisova.

Pero no era un neandertal. En cambio, Krause se había topado con un nuevo linaje: los denisovanos.

ADN
Getty Images
Con solo pequeños fragmentos de hueso, los científicos lograron tener secuenciado todo el genoma de un denisovano.

Este hallazgo dejó a los investigadores en una posición extraña y sin precedentes: tener secuenciado todo el genoma de un denisovano sin tener un solo fósil significativo, además de algunos pequeños fragmentos de hueso y dientes.

Luego, en 2019, se analizó la mitad derecha de una mandíbula encontrada durante la década de 1980 en la cueva kárstica de Baishiya, de la meseta tibetana. Si bien no se le pudo extraer el ADN, los análisis de proteínas indicaron que pertenecía a un denisovano.

Muchos sospechan que varios fósiles de homínidos del Este de Asia también son de denisovanos y se han clasificado erróneamente como otras especies. Pero sin análisis exitosos de ADN o proteínas, y pocos fósiles denisovanos con los que compararlos, simplemente no lo sabemos.

3. ¿Qué aspecto tenían los denisovanos?

Incluso con cientos de fósiles, todavía tenemos muchas preguntas sobre cómo eran los neandertales. Y es que es muy difícil imaginar cómo es una especie descubierta en 2010 sin siquiera tener un cráneo parcial a su nombre.

Evolución
Getty Images
Hace 100.000 años convivieron diferentes grupos de humanos.

Pero aunque determinar cómo eran los denisovanos es increíblemente difícil, hay algunas pistas. Los pocos fósiles que existen sugieren que tenían dientes y una mandíbula grande, y posiblemente un neurocráneo aplanado y ancho.

Sorprendentemente, su apariencia se puede recrear en parte mediante una nueva técnica que utiliza la metilación del ADN. Es decir, en lugar de examinar el ADN en sí, se analiza la actividad del ADN y cómo se expresa.

Usando este método los científicos predicen que los denisovanos tenían una pelvis ancha, una caja torácica grande, una frente baja y un cráneo más ancho.

4. ¿Se aparearon alguna vez con los neandertales?

¡Sí! De hecho, un pequeño fragmento de hueso de 2,5 cm encontrado en la cueva de Denisova en 2012 dio pistas de aquello.

Al principio, no fue reconocido y estuvo escondido junto a miles de fragmentos de huesos de animales durante cuatro años. Sin embargo, después de ser identificado como un hueso de homínido por investigadores de la Universidad de Oxford, fue enviado al Instituto Max Planck para su posterior análisis.

Recreación de una mujer neandertal.
Getty Images
El sexo entre los humanos modernos primitivos y los neandertales no era un evento raro.

¿El resultado? En 2018 se anunció que este hueso de 90.000 años pertenecía a Denny (como se la conocía cariñosamente), una niña de madre neandertal y padre denisovano.

¿Qué tan improbable es que con poco más de una docena de fragmentos fósiles denisovanos en existencia, uno pertenezca a un “híbrido” así? ¿Fue una casualidad o ese apareamiento sucedía todo el tiempo?

5. ¿Por qué murieron los denisovanos?

No estamos exactamente seguros de cómo se extinguieron los denisovanos. Ciertamente es posible que el Homo Sapiens haya superado a los denisovanos, pero, de nuevo, no hay pruebas de ello.

Ni siquiera estamos seguros de cuándo se extinguieron. Hay pruebas de ADN limitadas que incluso sugieren que pueden haber sobrevivido en Nueva Guinea o en las islas circundantes hasta hace 15.000 o 30.000 años.

Sin embargo, sabemos que el Homo Sapiens se apareó con los denisovanos en numerosas ocasiones, y que este mestizaje benefició a los humanos de hoy.

Por ejemplo, la variante del gen EPAS1 que los tibetanos y sherpas modernos heredaron de los denisovanos los hace adaptarse mejor a altitudes elevadas, protegiéndolos de la hipoxia (una condición en la que los tejidos del cuerpo se ven privados de oxígeno).

De manera similar, los científicos incluso han descubierto que algunas poblaciones modernas en Oceanía tienen un sistema inmunológico que está parcialmente codificado (y reforzado) por el ADN adquirido de los denisovanos.