Quienes hackearon la cuenta de Twitter de la Fundación de Epilepsia de Estados Unidos lo sabían y mandaron a propósito imágenes y GIFs estroboscópicos.
BBC NEWS MUNDO
El perverso hackeo con luces estroboscópicas contra la cuenta de Twitter que denunció la Fundación de Epilepsia de EE. UU.
Para quienes sufren epilepsia fotosensitiva cualquier estímulo visual que consista en luces intermitentes o parpadeantes puede desencadenar en una crisis de convulsiones.
Este es un fotograma de la imagen que recibió el escritor Kurt Eichenwald, la cual le causó un ataque epiléptico. (Foto Prensa Libre: Twitter)
Este tipo de luces emiten destellos muy breves de forma continua.
Es sabido que pueden producir convulsiones a quienes padecen la enfermedad, sobre todo si son niños y adolescentes.
“Los cambios abruptos en la intensidad de la luz o la luminosidad pueden desencadenar convulsiones. El rango más sensitivo es entre 15 y 25 flashes por segundo“, explicó Stefano Seri, profesor de neuropsicología clínica de la Universidad Aston, en Birmingham, Inglaterra.
La fundación reportó 30 de estos ataques en la primera semana de noviembre.
La organización sin ánimo de lucro, que financia la investigación de la epilepsia y explica a las personas los tratamientos disponibles y les da apoyo, ha denunciado el caso a las autoridades policiales.
Los ataques cibernéticos destinados a desencadenar ataques dañinos en personas con epilepsia se llevaron a cabo coincidiendo con el Mes Nacional de Sensibilización sobre la Epilepsia, momento en que una gran cantidad de personas que sufren la enfermedad probablemente siguieron la cuenta de la fundación.
Para la asociación el hecho de que el hackeo se produjera precisamente en estas fechas revela la naturaleza perversa de los atacantes.
“Aunque la población de personas con epilepsia fotosensible es pequeña, el impacto puede ser bastante grave. Muchos ni siquiera son conscientes de que tienen fotosensibilidad hasta que tienen convulsiones”, explicó en un comunicado Jacqueline French, directora médica de la fundación y profesora de Neurología en la Universidad de Nueva York.
No está claro cuántas personas hicieron clic en las fotografías y las imágenes animadas conocidas como GIF.
Límites a la expresión
En 2016 el periodista y escritor estadounidense Kurt Eichenwald recibió en su cuenta de Twitter un mensaje.
En él se podía leer: “Mereces una convulsión (epiléptica) por tus publicaciones”, e iba acompañado de una imagen parpadeante que le causó un ataque epiléptico.
Los investigadores encontraron varias pistas digitales que llevaban hacia John Rayne Rivello, un veterano del cuerpo de marines de Estados Unidos que vive en Maryland.
Según informa The New York Times, estaba previsto que este lunes Rivello se declarara culpable de un cargo de asalto agravado.
Este juicio ha sido visto como un punto de inflexión para probar legalmente dónde están los límites de la libertad de expresión y el asalto criminal en casos de ciberataque.
Cautela
Se aconseja a quienes sufren de epilepsia que sean cautelosos a la hora de manejar material desconocido en internet.
“Deberían sentarse lo suficientemente lejos del estímulo visual para que (la imagen) no llene todo su campo visual y en una habitación suficientemente iluminada para reducir el impacto de los flashes” dice el profesor Seri.
“En un cuarto bien iluminado, tu punto de referencia está más alto por eso los cambios son menos dramáticos. No abran elementos adjuntos de personas que no conocen”, recomienda.
Lo cierto es que cada vez más videojuegos y películas incluyen advertencias cuando hay imágenes que podrían desencadenar en alguien un ataque epiléptico.