Para llegar a esta conclusión, los científicos analizaron muestras de eyaculación recogidas durante los meses de verano, ya que estas temporadas son más altas en cuanto a los encuentros sexuales.
Para ello, compararon los estilos de vida con la calidad de espermas de 2 mil 249 hombres, en 14 clínicas de fertilidad. Sin embargo, los autores solo obtuvieron datos fiables sobre la morfología de los espermatozoides de 1 mil 970 hombres.
Los hombres que presentaron esperma anormal fueron aquellos que habían consumido cannabis tres meses antes de someterse a las pruebas.
“Es reconfortante encontrar que hay algunos riesgos muy identificables. Nuestros datos sugieren que se podría aconsejar a los consumidores de cannabis que dejen de tomar la droga si se están planeando formar un familia“, señala Allan Pacey, profesor de Andrología de la Universidad de Sheffield y responsable de la investigación.
Con información de www.20minutos.es