Los 150 participantes, de entre 41 a 57 años en el momento del reclutamiento y de los cuales 66 por ciento eran mujeres, sufrían de diabetes del adulto (tipo 2) no controlada. Fueron divididos aleatoriamente en tres grupos.
El primero fue sometido a un tratamiento médico intensivo que combinaba ejercicio, dieta y medicación. El segundo recibió tratamiento antidiabético y fue sometido a cirugía de bypass gástrico, lo cual supone reducir el estómago en 2 a 3 por ciento de su volumen original mediante la creación de una derivación en el tracto digestivo para reducir la absorción de nutrientes por el intestino delgado.
Por último, el tercer grupo, además de la terapia de medicamentos, sufrió una gastrectomía, una ablación de estómago para reducir su volumen.
El objetivo de este estudio, bautizado Stampede, fue comparar la eficacia de estos tres enfoques para el control de la diabetes manteniendo una glicemia o una tasa azúcar en la sangre, superior a 6 por ciento, en promedio, durante tres meses.
Los participantes tenían una tasa media de glucosa de 9.2 por ciento antes comenzar el estudio.
Tres años después de estas intervenciones, solo el 5 por ciento de los pacientes del primer grupo (únicamente con tratamiento médico), fueron capaces de controlar su diabetes, contra 37.5 por ciento en quienes se sometieron a cirugía de bypass gástrico, y el 24.5 por ciento en quienes tuvieron ablación de estómago.
“Vemos gente con vidas devastadas por la diabetes y tres años más tarde este estudio muestra que la cirugía bariátrica es más efectiva, con efectos positivos duraderos, para el tratamiento de la diabetes en las personas mediana y fuertemente obesas”, dijo Sangeeta Kashyap, un endocrinólogo de la Clínica Cleveland, uno de los principales autores de esta investigación.
“Más del 90 por ciento de los pacientes sometidos a una de las dos cirugías bariátricas lograron perder 25 por ciento de su peso y controlar su diabetes sin necesidad de recurrir a la insulina y a múltiples antidiabéticos”, dijo.
En comparación, los participantes del primer grupo, tratados solo con una terapia convencional, solo redujeron 4 por ciento de su peso.
El estudio también muestra que la cirugía permite mejorar la calidad de vida de los pacientes y disminuir la necesidad de tomar medicamentos para controlar la presión arterial y los niveles de colesterol en comparación con los tratados con la terapia estándar.