Las funciones del alimento se pueden englobar en tres:
– Proporcionan energía y calor para realizar las actividades diarias.
– Actúan como material estructural en el crecimiento y reparación del organismo.
– Regulan los procesos vitales que se llevan a cabo dentro de nuestro cuerpo.
Para cumplir con estas funciones hay que satisfacer las necesidades del cuerpo en cuanto a: proteínas, carbohidratos, lípidos, vitaminas, minerales y agua.
Muchos alimentos contienen varios nutrimentos, pero no hay alimento que por sí mismo los tenga todos en la cantidad que el organismo necesita para mantener la salud y un buen estado nutricional.
¿Cómo lograr una alimentación completa?
Se recomienda incluir en las comidas a lo largo del día alimentos de todos los grupos: verduras y frutas, pan y cereales, leguminosas y productos de origen animal como carne, huevo y lácteos, ya que la variedad de los alimentos va a hacer que se complementen unos con otros y juntos aporten una diversidad de nutrimentos.
Es por eso que el secreto está en la variedad y en la combinación. Los carbohidratos se obtienen principalmente del pan, cereales, tubérculos, leguminosas, frutas y verduras.
Las proteínas están presentes en los productos de origen animal y en las leguminosas, y los lípidos se obtienen a través de aceites, grasas, margarina, mantequilla, manteca, chicharrón, chorizo, semillas oleaginosas (cacahuate, girasol), chocolates, nueces, avellanas y almendras. Otros alimentos con cierto contenido de lípidos son carnes, huevos y aguacates.
Los minerales y las vitaminas se encuentran en casi todos los alimentos, siendo algunos más ricos que otros, como las frutas y las verduras.
Muchas de las frutas y vegetales tienen un elevado contenido de agua, sin embargo no es suficiente, lo ideal es tomar agua natural. En Términos importantes al hablar de nutrición encontrarás más información sobre los diferentes nutrientes.
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