Estudios previos en monos mostraron que tomar una decisión requiere la activación de muchas neuronas en el cerebro. Pero ciertas neuronas tienen la tarea de “parar” a otras. Al final, la alternativa elegida es la que tiene el menor número de señales negativas.
Partiendo de esta premisa, un equipo británico-estadounidense, dirigido por Thomas Seeley de la Universidad de Cornell en el estado de Nueva York (norte) , demostró que las abejas, mientras danzan, “imitan” esos movimientos de neuronas para comunicarse entre sí acerca de dónde van a formar su colmena.
Los investigadores trasladaron un enjambre de abejas a una isla frente a la costa del estado de Maine (noreste) , donde no hay lugares naturales para anidar, y colocaron dos cajas idénticas donde podían instalar su colmena.
Luego observaron cómo las abejas exploradoras descubrieron las dos cajas. El video de este proceso se utilizó para analizar el baile de las abejas exploradoras, que sirve para describir al resto sus hallazgos. Al grabar los sonidos de esta danza, se dieron cuenta de que la señal de “parar” era un choque de cabeza acompañado de un leve zumbido.
Los investigadores determinaron qué abeja había elegido qué caja marcándolas en color rosado o amarillo.
De esta manera, establecieron que las señales de “parar” eran emitidas por las abejas exploradoras que habían visitado una caja e indicaban a la abeja bailarina que no se mostrara entusiasta porque otro sitio podría valer la pena, explicó P. Kirk Visscher, de la Universidad de California en Riverside (oeste) , coautor del estudio.
Al dejar una colmena hacinada en busca de un nuevo hogar, el enjambre de abejas lleva consigo a su reina madre. Las abejas exploradoras van en busca de nuevos sitios potenciales para hacer la colmena, y vuelven a comunicarle el hallazgo al grupo, que por lo general se mantiene cerca de la colmena original hasta que se encuentre un nuevo destino.
Puesto que todas las abejas buscan elegir el mejor lugar disponible, los investigadores creen que este proceso ayuda al grupo a tomar una decisión, aún cuando las opciones son casi las mismas.
“Estas conexiones inhibitorias ayudan a asegurar que sólo se eligirá una de las alternativas y puede permitir una toma de decisiones estadísticamente óptima”, dijo el estudio.