La temperatura del agua debe ser templada. Darse una ducha caliente confortará, pero no es lo ideal, puesto que las temperaturas elevadas, esto es, a 38 ºC o más no hacen sino resecar la dermis. La temperatura ideal son 30º C o un poco menos., explica el sitio muyinteresante.es
El exceso de champú y suavizante no es bueno para la piel. Utilizar demasiado producto solo puede provocar lo contrario a lo que se busca, ya que el exceso queda alojado en la fibra capilar restando brillo, provocando sequedad, y en algún caso picores o incluso descamación del cuero cabelludo. ¿Qué cantidad de producto es la aconsejable? El tamaño de una nuez para una media melena
Desaguarse bien. A veces por las prisas no se suele desaguarse bien en la ducha. Esto, que puede parecer inofensivo, puede provocar dermatitis irritativas. Por tanto, se aconseja eliminar todo resto de gel o jabón en la piel. Lo mismo sucede para el cabello. Si no se hace a conciencia, de poco sirve utilizar productos para mejorar el volumen o el brillo. El pelo tiene que chirriar al escurrirse.
No olvidarse de las uñas. Las uñas de los pies y las manos son los grandes olvidados de la ducha. Los profesionales aconsejan utilizar un cepillo para las uñas como elemento indispensable en nuestro baño. Aplicar gel y frotar bien en ambas extremidades.
La moda de los productos perfumados para el baño. Aunque huelan fenomenal, cuanto más cosmético sea un producto de higiene corporal, más riesgo hay de que produzcan alergias o dermatitis, sobre todo en las pieles más sensibles.
La espalda también es importante. Aunque a la mayoría nos resulte un poco complicado frotar la espalda en su totalidad, es una de las zonas del cuerpo que más células muertas acumula, por lo que hay que olvidarse de ella. Para que no dé pereza, existen muchos dispositivos en el mercado que al asirlos por los extremos, permiten un cuidado cómodo y adecuado de la espalda.