Si se opta por un color claro, hay que considerar aspirar la alfombra cada dos días, con el objetivo de eliminar el polvo, que podría penetrar en el tejido y dar aspecto de poca higiene.
Para el baño y el dormitorio se sugieren telas como algodón y poliéster, pues son materiales lavables. En los sitios de mayor afluencia de personas —comedor, sala y entrada principal—, se sugiere colocar alfombras de fibras naturales, como el lazo y el bambú, ya que son fáciles de aspirar y limpiar.
El tamaño debe ser relativo al espacio; es decir, no debe exceder más de la cuarta parte de la habitación. Se recomienda no alfombrar por completo el área, para crear armonía de colores y texturas entre el piso y el resto de la decoración.