Una dieta adecuada debería incluir la ingesta de 200 calorías extra al día como media. Una distribución adecuada de los alimentos puede ser entre un 50 y 55 por ciento provenientes de pan, pasta, cereales y papas; entre 30 y 35 por ciento de grasas, sobre todo del aceite de oliva; y entre 10 y 15 por ciento de pescado, carnes y huevos.
Es necesario evitar las carnes crudas o poco cocinadas, ya que en una embarazada se puede dar la transmisión de parásitos al feto que pueden causarle lesiones cerebrales, ceguera o sordera.
Las raciones al día se pueden dividir así: cerales y derivados, cuatro o seis porciones; frutas, tres raciones; verduras y hortalizas, tres o más porciones; leche y derivados, cuatro raciones; pescado, carnes magras, huevos, legumbres, frutos secos, dos raciones.