La familia de Hutchins inició estas acciones legales basándose en una supuesta conducta negligente o imprudente de Baldwin junto con el equipo de producción y asistentes de dirección de Rust.
A través de esta demanda, la primera que emprenden desde que se produjera el trágico suceso el 21 de octubre de 2021 en el que Hutchins falleció presuntamente por un disparo accidental de Baldwin con un arma de fogueo, solicitan una compensación por los daños ocasionados que tendrá que ser determinada en un juicio.
En su comparecencia ante los periodistas, Panish definió el comportamiento del actor y del resto de demandados como “imprudente”, lo que condujo a una muerte “sin sentido y trágica”.
Además, la firma de abogados Panish Shea difundió una presentación en 3D que incluía mensajes de texto y correos en los que el equipo de Rust aludía a la poca seguridad garantizada durante el rodaje.
Según Panish, se incumplieron hasta quince protocolos para mantener la seguridad en el set de grabación, tales como que no había un armero profesional que controlara el uso del arma cuando Baldwin recibió el revólver de su primer asistente de dirección, David Halls.
“Si los hubieran seguido, esto nunca hubiera sucedido”, recalcó el abogado antes de incidir en que, aunque Baldwin es quien tiene “la mayor responsabilidad” por sostener el arma, “hay muchos culpables” involucrados.