El artista, reconocido a escala mundial por pintar y esculpir figuras humanas de un volumen desproporcionado, sus famosas “gordas” y “gordos”, estaba acompañado de su esposa, la escultora griega Sophia Varzi.
Luego de haberse sometido a pruebas médicas, Botero fue dado de alta ayer en la mañana, según dijo en entrevista telefónica el médico Juan Manuel Sierra, director del San Vicente Fundación.
Juan David Botero, hermano mayor del artista, declaró que el pintor sufrió la víspera una “descompensación” al viajar desde Cartagena al nivel del mar, hasta Rionegro, una localidad cercana a Medellín.
“Él tuvo una descompensación de altura, por el cambio de Cartagena a la altura de aquí, en Rionegro, se sintió mal y tuvo que hacerse chequeos”, explicó Juan David Botero, quien se encontraba en ese momento con el artista.
Ahora “está perfecto, no tiene absolutamente nada, está muy bien”, añadió Botero.