“El Premio Cervantes es una meta a la que todo escritor aspira, y este año me correspondía; era mi turno”, aseguró Caballero.
“Es un honor. Me satisface que el jurado haya decidido que mi obra completa, mi ya larga trayectoria de escritor, merezca este reconocimiento. Además, el de Cervantes, que para mí es finalmente mi espejo”, agregó el galardonado.
El jurado decidió por mayoría otorgar a Caballero Bonald este triunfo, valoró al autor como uno de los grandes “magos” de la lengua y subrayó la constante aparición en su obra de algunos vocablos del idioma prácticamente en desuso.
El premio, dotado con €125 mil —US$162 mil 477—, se entregará en una ceremonia el próximo 23 de abril, día cuando se conmemora la muerte de Miguel de Cervantes (1616), una de las máximas figuras de la literatura española y autor de Don Quijote de la Mancha, que muchos críticos han descrito como la primera novela moderna y una de las mejores obras de la literatura universal.
Laureado
Caballero Bonald ha ganado premios como el Nacional de las Letras, el Nacional de Poesía, el Andalucía de las Letras, el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, el Federico García Lorca y, en tres ocasiones, el de la Crítica.
Caballero Bonald —Jerez, sur de España— se define a sí mismo como “poeta discontinuo e intermitente”, pero lleva 60 años de utilizar esta expresión, que a su criterio es también “la más alta temperatura que se puede conseguir manejando la lengua”.
“Es la totalidad de la expresión literaria. Nada hay comparable a la poesía”, dice el escritor, que se toma este género como “una forma de defensa contra las ofensas de la vida”.
Hijo de padre cubano y madre francesa, es licenciado en Filosofía y Letras y fue profesor de Literatura Española e Hispanoamericana en la Universidad Nacional de Colombia y el Bryn Mawr College, en Filadelfia (EE. UU.).
En España dirigió una empresa editorial y trabajó en el Seminario de Lexicografía de la Real Academia Española de la Lengua.
Con la concesión del Cervantes a Caballero Bonald se cumple la regla no escrita de este galardón de alternar cada año un autor español y otro latinoamericano, después de que el año pasado el considerado Nobel de las letras hispanas recayera en el poeta chileno Nicanor Parra.