El último trabajo en salir a la luz procede de la Universidad de Rochester en Nueva York, Estados Unidos, consigue exactamente eso: los objetos visibles parecen desaparecer de nuestra vista como por arte de magia.
Para crear esta capa de invisibilidad, a la que han denominado Capa Rochester, los investigadores utilizaron cuatro lentes estándar que logran que el objeto esté oculto a la vista aunque el observador se mueva y tenga diferente distancia de la visual más idónea, lo que supone un gran avance en este sentido. Estudios anteriores con capas de invisibilidad han sido incapaces de superar este reto y éstas únicamente funcionaban bien si se miraba al objeto en línea recta.
“Este es el primer dispositivo conocido que puede ocultar objetos en tres dimensiones vistos desde distintos ángulos y en el espectro visible”, afirma Joseph Choi, coautor del estudio.
Otra de las barreras que han superado estos científicos es haber conseguido que el fondo del objeto tampoco aparezca distorsionado. Los objetos se vuelven invisibles sin que cambie su fondo. Para lograr este hito, los expertos determinaron el tipo de lente y la distancia exacta para poder separar las cuatro lentes. Una vez hecho, probaron el dispositivo con un objeto en frente de un fondo de red. Al visualizar el objeto a través de las lentes y cambiar el ángulo de visión, la red cambiaba como si el dispositivo de invisibilidad no estuviera allí. Simplemente no estaba, sin discontinuidad en las líneas de la cuadrícula detrás del objeto ya invisible.
A diferencia de otras invenciones, la Capa Rochester puede cambiar en tamaño y funciona para todo el espectro visible de la luz, según se detalla en el estudio publicado en la revista Optics Express. Además, su configuración es tan sencilla que cualquier persona podría montarla y estar al alcance de todos, ya que el artilugio puede ser construido por menos de Q800. Con información de: muyinteresante.es