“Los centros están diseñados no sólo para proporcionar evaluaciones independientes de los sistemas comerciales, sino para efectuarlas en múltiples localidades y climas”, dijo Jennifer Granata, integrante del grupo solar Sandia.
Las instalaciones de prueba permitirán una observación más estrecha y una capacidad superior de predicción del rendimiento de las nuevas tecnologías que salgan al mercado. Tendrán estaciones climáticas detalladas, cámaras infrarrojas y digitales y equipo de medición y seguimiento, como por ejemplo simuladores y rastreadores de curvas de desempeño.
Desarrollarán procedimientos estándar para evaluar el rendimiento de sistemas en gran escala que puedan utilizar otros laboratorios, compañías de servicios públicos e inversionistas.
Las empresas que hagan pruebas de campo en los centros serán responsables de los costos de sus sistemas, mientras que el gobierno proporcionará el personal calificado.
Las instalaciones de investigación y desarrollo trabajan en diversos proyectos federales de ciencia y son operadas por Sandia Corp., subsidiaria del gigante de pertrechos de defensa Lockheed Martin Corp., bajo un contrato gubernamental.