En diálogo con la agencia de noticias Efe, Ludueña aseguró que con Historias de cronopios y famas cumplió una asignatura que tenía pendiente desde 1972, cuando coincidió con el autor en Francia “y quedó abierta la posibilidad de filmar alguno de sus libros”.
Aunque originalmente pensó en una adaptación cinematográfica con actores, al final se decantó por la animación, porque sintió que tenía entre manos una historia “capaz de unir la literatura con el cine y las artes plásticas.
Por eso, invitó a los pintores Carlos Alonso, Luis Felipe Noé, Antonio Seguí, Daniel Santoro, Crist, Ana Tarsia, Magdalena Pagano, Patricio Bonta, Luciana Sáez y Ricardo Espósito a traducir en imágenes los relatos, en un trabajo que se prolongó durante seis años.
“Plasmó cada uno con su propia visión artística los distintos enfoques de cada cuento, tal como Cortázar lo hace escribiendo, dejando abierta esa estructura a la diversidad de variantes”, indicó el cineasta.
La fructífera relación entre el autor de Rayuela y el cine se remonta a más de cinco décadas atrás, cuando el argentino Manuel Antín filmó en 1961 La cifra impar, inspirada en el cuento Cartas de mamá.
Maestros del cine como el italiano Michelangelo Antonioni y el francés Jean Luc Godard siguieron sus pasos, y Blow up, la adaptación del primero de Las babas del diablo, se alzó con la Palma de Oro en Cannes en 1966 y se convirtió en una película de culto.
“Cortázar es un escritor cuyas escrituras narrativas son profundamente cinematográficas. Para los cineastas, leerlas es querer filmarlas, desde Antonioni a Godard”, aseguró Ludueña.
Para el director argentino, el lúdico universo cortazariano incluye numerosas situaciones que dan pie a interpretaciones múltiples e imágenes distintas en cada lector, del mismo modo que “la música surge de una partitura, con infinitas posibilidades”.
Como ejemplo cita Las líneas de la mano, donde una línea sale de una carta y cruza la ciudad hasta llegar a la línea de la vida de una mano, sin aclarar si esa carta es de amor o es un naipe.
Esa ambigüedad “abre un mundo de alternativas tanto a la imaginación del lector como a las imágenes del director”, subrayó.
Historias de cronopios y de famas, que se estrenará en los cines argentinos el próximo mayo, se suma a los numerosos homenajes que Argentina y Francia brindarán a Cortázar durante 2014, cuando se conmemora el centenario de su nacimiento y el trigésimo aniversario de su muerte.
Además, se organizará una muestra itinerante por el país suramericano en la que la película, premiada ya en el Festival Internacional de La Habana, será exhibida junto a las obras de todos los pintores que contribuyeron a su realización.
“Nunca dejó de pertenecer al sur, a sus circunstancias y a su idioma”, destacó Ludueña sobre su célebre compatriota.
El veterano director reivindicó también que su ideología, indisolublemente unida a la renovación cultural que produjo, no necesita actualizarse sino reconocerse.
“Cortázar es una voz fundamental para Latinoamérica”, concluyó.