Los investigadores establecieron que aquellos que mostraron mayor habilidad para dirigir a un grupo de personas tenían en su ADN el genotipo rs4950.
De esta forma, se demostró que una cuarta parte de los rasgos propios del liderazgo entre los individuos podía explicarse por la genética.
Evidencia
“La idea convencional de que el liderazgo es una habilidad que se aprende sigue siendo en gran parte verdad, pero hemos demostrado que también influyen las características genéticas”, afirmó Jan-Emmanuel De Neve, científico que dirigió la investigación.
Sin embargo, el experto sostiene que aún queda comprender la interacción de este genotipo con otros genes; por ejemplo, si este influye desde la niñez para que un menor sea más social y con mayor capacidad de dirigir.
“Pese a que el liderazgo se contemple como un talento que debe desarrollarse, la genética puede jugar un papel relevante en predecir qué persona tendrá más posibilidades de ser líder”, apuntó De Neve.