Escenario

El color de los Óscar

La entrega de la 88 edición de los Óscar viene marcada por la ausencia de postulaciones a actores o directores negros, una vieja polémica que recuerda los escasos protagonistas afroamericanos que han recibido la famosa estatuilla de Hollywood. 

“¿Cómo es posible que por segundo año seguido todos los actores postulados sean blancos?”, se quejaba el director Spike Lee tras conocerse el listado de candidatos a los Premios Óscar que, en su 88 edición, se entregarán el próximo 28 de febrero en el Teatro Dolby de Hollywood en Los Ángeles.

“¿40 actores blancos en dos años y nada de ‘sabor’? ¿No podemos hacer nada?”, reiteraba Lee, uno de los más críticos con la falta de actores negros nominados a los premios más populares del cine.

Precisamente, los Óscar han sido un coto cerrado para los directores afroamericanos. En este sentido, las quejas de Lee y otros famosos son comprensibles si tenemos en cuenta los pocos premios que han caído en manos negras en los apartados principales como director, actores protagonistas y de reparto.

En total, catorce artistas han levantado la famosa estatuilla, con la particularidad de que Denzel Washington lo ha hecho en dos ocasiones. Los candidatos han sido muchos más, pero es el momento de recordar a aquellos que han alcanzado la dorada estatuilla del tío Óscar.

Hattie McDaniel

La primera fue Hattie McDaniel, que en 1940 se alzó con el Óscar a la mejor actriz de reparto por su entrañable papel de “Mammy”, la criada de Scarlett  O´Hara (Vivien Leigh), en Lo que el viento se llevó (Gone with the wind), una interpretación histórica con escenas inolvidables. Quién no recuerda a la fiel sirvienta apretando el corsé de su señora y su famosa frase de “sí, señorita Escarlata”.

McDaniel  (1895-1952) abrió el camino para muchos actores negros que fueron  entrando, a cuentagotas, en la dinámica de Hollywood. La estatuilla que recibió McDaniel tuvo una curiosa historia, porque la actriz reflejó en su testamento que el Óscar pasara a manos de la Universidad de Howard, en Washington DC, pero tras su muerte se perdió.

Las gestiones de los rectores de este centro por conseguir una nueva estatuilla tuvieron la negativa de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, que alegaron que “un Óscar no es reemplazable”.

Sidney Poitier

Veinticuatro años después de Hattie McDaniel, Sidney Poitier (1927) hizo historia al ser el primer actor negro en recibir el Óscar a la mejor interpretación. Fue por su trabajo en Los lirios del valle (Lilies of the field), en 1964, aunque ya en 1959 estuvo postulado por Furtivos (The defiant ones).

El tributo de Poitier al cine fue reconocido años después, en 2002, al recibir un Óscar honorífico por “sus interpretaciones”, por su “presencia única en la pantalla” y por “representar a la industria con dignidad, estilo e inteligencia”.

“Llegué a Hollywood cuando tenía 22 años y las posibilidades no estaban a mi favor. Y ahora estoy aquí gracias a la decisión valiente de directores que tuvieron visión y sabían que tenían que luchar cuesta arriba”, explicó en aquella ceremonia.

Louis Gossett Jr

Louis Gossett Jr. (1936) recibió el Óscar al mejor actor de reparto en 1983 por su interpretación del duro sargento Emil Foley en Oficial y caballero (An Officer and a Gentleman). Un premio muy celebrado por la comunidad de color, que había tenido que soportar el vacío de dos décadas para ver a uno de los suyos entre los mejores de Hollywood.

Denzel Washington

Denzel Washington fue el encargado de entregar el Óscar honorífico a Sidney Poitier en 2002, a quien definió como “el primer afroamericano que llegó a ser un intérprete de alto nivel y que cambió los estereotipos. Es un modelo para mí y para todos los actores de color”.

Un modelo que tuvo continuidad en la misma ceremonia, cuando el propio Washington ganó, minutos después de su discurso, la estatuilla al mejor actor por su trabajo en Training Day, recogiendo el testigo de Poitier.

Para entonces, Denzel Washington, el actor negro con más estatuillas hasta ahora, ya tenía en sus manos el Óscar al mejor actor de reparto por Tiempos de gloria (Glory), en 1989.

Whoopi Goldberg

Su papel de la “medium” Oda Mae Brown en la película Ghost ha sido el mayor reconocimiento en la carrera de Caryn Johnson, más conocida como Whoopi Goldberg, que en 1991 recibía el Óscar a la mejor actriz de reparto y se convertía en la segunda afroamericana en tener entre sus manos la dorada estatuilla.

Aunque seis años antes, en 1985, Goldberg (1955) fue postulada a la mejor actriz por su actuación en El color púrpura (The Color Purple), premio que finalmente cayó en manos de Geraldine Page (1924-1987) por Regreso a Bountiful (The trip to Bountiful).

Cuba Gooding Jr.

“¡“Muéstreme el dinero!”, le gritaba Cuba Gooding  Jr. a Tom Cruise en la película Jerry Maguire, en su papel de un deportista más interesado por el dinero que en el propio deporte y por el que el actor afroamericano, nacido en el Bronx de Nueva York, ganó el Óscar al mejor actor de reparto, en 1997.

Gooding Jr. (1968) recordó a Hattie McDaniel al recoger su Óscar, “sólo espero que más gente como nosotros lo viva algún día”, un premio que acalló las protestas del reverendo Jesse Jackson, quien ya entonces se quejaba de escasez de candidatos de raza negra.

Halle Berry

La única mujer negra que ha recogido un Óscar en la categoría de actriz principal. Fue en 2002, en una ceremonia en la que también fueron reconocidos Sidney Poitier (Óscar honorífico) y Denzel Washington (mejor actor) y que ha pasado a la historia de estos premios como la reivindicación de la raza negra en el séptimo arte.

Halle Berry (1968) recibió el premio por su trabajo en Monster´s ball comentando que esa noche se abría “la puerta del Óscar a las actrices negras”. Tras Berry, otras cuatro actrices de color han ganado el preciado galardón, aunque ninguna como actriz principal.

Jamie Foxx

El texano Jamie Foxx (1967) es el tercer afroamericano en ganar el Óscar al actor principal. Fue en 2005, gracias a su interpretación del músico Ray Charles, en la película Ray, dirigida por Taylor Hackford, una edición muy especial en la carrera de Foxx, que también optó al premio como mejor actor secundario por su trabajo en Collateral.

Morgan Freeman

Precisamente, el actor que recogió el premio al mejor actor secundario en aquella edición de 2005 y que privó del “doblete” a Fox, fue Morgan Freeman, por Million Dollar Baby, película en la que interpreta a un viejo boxeador.

El veterano actor recogió su único Óscar a los 67 años, advirtiendo que “a estas alturas, no va a cambiar en nada mi carrera”. Freeman es el actor negro con mayor número de nominaciones, cinco, de los que sólo ha ganado uno.

Este actor  nacido en Memphis también fue candidato al Óscar en 1987 por El reportero de la calle 42 (Street Smart), como mejor actor de reparto; en 1990 por Paseando a Miss Daisy (Driving Miss Daisy), como actor principal; categoría que repitió en 1995 por Cadena perpetua (The Shawshank Redemption) y en 2010 por Invictus.

Forest Whitaker

Su magnífica interpretación del dictador ugandés Idi Amin Dada en la película El último rey de Escocia (The last king of Scotland) permitió a este actor y director nacido en el estado de Texas alcanzar su único Óscar, eso sí, como mejor actor principal.

Whitaker (1961) completa el cuarteto de actores principales negros, tras Poitier, Washington y Foxx. Además del Óscar, Whitaker ganó Globo de Oro, el Premio del Sindicato de Actores de EE. UU., un “Hollywood Award” y el Premio de la Asociación de Críticos Cinematográficos de Nueva York, por su trabajo del gobernante africano.

Jennifer Kate Hudson

En la misma edición celebrada en 2007 también se encumbró a otra actriz de raza negra: Jennifer Kate Hudson (1981), Óscar a la mejor actriz de reparto por su trabajo en el musical Dreamgirls.

La actriz y cantante de Illinois, que recibió el galardón de manos de George Clooney, compartía reparto con la también cantante Beyonce y otros actores de raza negra como Jamie Foxx, Eddie Murphy y Dany Glover, en un película que relata la llegada al éxito de The Dreamttes, un grupo de soul formado por tres mujeres que descubren las dos caras del éxito.

“Jamás pensé en mí como actriz. Mi camino siempre se ha ceñido a la música, así que oír que mi gran éxito es como actriz…creo que nunca me acostumbraré”, expresó Hudson, que también alcanzó el Globo de Oro por este trabajo.

Mo´nique

Cuando la actriz, humorista y presentadora de televisión Mo´Nique (1967) recogió su Óscar en 2010 a la mejor actriz de reparto por su actuación en Precious, sus primeras palabras de agradecimiento fueron para su predecesora en los premios, Hattie McDaniel.

“Gracias por resistir todo aquello a lo que tuviste que hacer frente para que yo no tuviera que hacerlo”, manifestó la polifacética artista nacida en el estado de Maryland.

Por su actuación en Precious, Mo´Nique ganó el Globo de Oro, el Bafta y el premio del Sindicato de Actores, entre otros, gracias a la interpretación de una  madre posesiva del barrio neoyorquino de Harlem, con problemas sociales, que maltrata a su hija adolescente obesa, analfabeta y embarazada por segunda vez de su propio padre.

Octavia Spencer

Actriz, directora, productora y guionista, Octavia Spencer (1972) alcanzó su momento más brillante con su Óscar a la mejor actriz de reparto conseguido en 2012, por su trabajo en Criadas y señoras (The Help).

La artista nacida en Alabama daba vida en este filme a Minny Jackson, una sirvienta  que aporta el sustento cómico dentro de una historia centrada en el Misisipi de la década de 1960, que explica las injusticias sociales a las que se vio sometida la población de raza negra en esa época.

Spencer también consiguió por este papel el Globo de Oro y el BAFTA británico.

Lupita Nyong’o

La actriz mexicana, hija de padres kenianos, es la última representante del colectivo de raza negra en alzarse con un Óscar. Fue en 2014, como mejor actriz de reparto, por su trabajo en 12 años de esclavitud (Twelve years a slave).

Encima del escenario del teatro Dolby de Los Ángeles, Nyong’o (1983) tuvo palabras para quienes sufrieron la esclavitud que ella interpreta en la película. “No se me escapa por un momento que tanta alegría en mi vida es por tanto dolor en la de otros”, señaló.

Para completar la fiesta de la actriz mexicana, 12 años de esclavitud, del director negro Steve McQueen, ganó el Óscar a la mejor película, lo que supuso entonces un respaldo a la causa afroamericana en Estados Unidos, el último premio a este colectivo de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas que lleva dos años “sin sabor”, como recordaba el director Spike Lee.

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