Su obra fue reconocida “porque a través de sus imágenes condensadas y translúcidas nos permite el acceso a la realidad”, argumentó la comisión que le entregó el Premio Nobel.
La crítica internacional lo consideró uno de los poetas más sobresalientes de Suecia. Tranströmer tocó el piano durante toda su vida. Y después de quedar hemipléjico aprendió por sí mismo a tocar el piano solo con su mano izquierda.
Entre sus publicaciones destacan: 17 poemas (17 dikter), El cielo a medio hacer (Den halvfärdiga himlen), Tañidos y Huellas (Klanger och spår), La barrera de la verdad (Sanningsbarriären), entre otros.