Esta historia, que ha sido un éxito desde el 2000, cuando se estrenó la primera entrega, ahora juega con saltos en el tiempo para salvar a la humanidad de una posible catástrofe.
El guión fue escrito por el inglés Simon Kinberg.
Esta vez, la historia tienen dos fases: en la primera Wolverine (Jackman) viaja al pasado y llega a una época 10 años después de X-Men: Primera Generación, esto en 1973. La otra parte es en el futuro, 10 años después de X-Men: The last stand.
El reparto está integrado por James McAvoy, Jennifer Lawrence, Michael Fassbender, Nicholas Hoult y Lucas Till, que vuelven a interpretar a los personajes que ya encarnaron en X-Men: Primera Generación, Charles Xavier, Mística, Magneto, Bestia y Havok, respectivamente.
LA TRAMA ORIGINAL
La historia de la película es una conocida trama de los cómics que originariamente se desarrolló en dos números de la serie en 1981, por Chris Claremont.
Esta transcurre en un futuro apocalíptico en el que casi todos los superhéroes y mutantes están muertos, y los pocos que quedan vivos están encarcelados en campos de internamiento.
Los Centinelas están distribuidos por todo Estados Unidos, con la idea de expandirse también al resto del mundo. Los pocos mutantes supervivientes son Tormenta, Wolverine, Magneto, Rachel Summers, Franklin Richards, Kitty Pryde y Coloso, que intentan por todos los medios solucionar esta situación.
Para ello, trasladan la mente de Kitty al cuerpo de la Kitty del presente —que sería su pasado—, y esta descubre que el odio hacia los mutantes surge con el asesinato del senador Kelly por parte de la Hermandad de mutantes diabólicos, debiendo evitar ese asesinato por todos los medios.
El cómic alterna dos historias: la presente, en la que los X-Men se enfrentan a la Hermandad de mutantes diabólicos de Mística; y la futura, en la que el asesinato no ha sido evitado y los mutantes deben luchar por sobrevivir.