En cuanto a su nacimiento, el actor afirma que su padre era un alcohólico con una vida sexual más o menos nómada. Cuando su madre quedó embarazada, Depardieu afirma que su primera reacción fue intentar abortar. “No quería que yo naciera. El aborto no funcionó. Fue mi madre quien me contó la historia, con mucho amor”, comentó.
Tras esas confesiones, el actor sigue compartiendo revelaciones sobre su adolescencia y primera juventud: “Un día me di cuenta que mi cuerpo gustaba mucho a los homosexuale y pensé que prostituirme me permitiría ganarme una pasta, de vez en cuando”, dijo. Tras esa experiencia íntima, Depardieu sigue haciendo confesiones de difícil calificación. “He llegado a robar tumbas para conseguir algún dinero”, afirmó.
El Depardieu de la madurez cambia de registro. El porno duro, la obscenidad, el alcoholismo, dejan paso a un nutrido historial de amistades peligrosas y confesiones negras. No es un secreto la admiración del actor por Vladimir Putin. “¿Qué quieren que les diga? Putin, Castro, son gente de nivel, bestias políticas. Quedan pocos como ellos”, mencionó.
Sobre sí mismo, es igualmente implacable: “A los 65 estás jodido. La piel y la grasa se amontonan. Te transformas en una vaca gorda y jodida. Pensaba que la cosa se arreglaría con los años. Nada, todo va a peor”.
Con información de ABC.es.