Los frescos estaban ocultos debajo de roca calcificada y mugre, y quedaron expuestos durante el proceso de limpieza y restauración en los dos últimos meses. El hallazgo confirmó que aunque el Coliseo es hoy una estructura monocroma de roca gris, ladrillos rojos y mármol cubierto por musgo, sus salas interiores eran multicolores.
La directora del Coliseo, Rosella Rea, dijo que solo resta menos del 1 por ciento de las superficies pintadas. Aunque el área de asientos expuesta estaba recubierta de mármol blanco, “los interiores, las galerías y todos los corredores estaban completamente coloridos”.