Escenario

Horacio Castellanos Moya: “La sobrevivencia es un componente fundamental de las culturas en Centroamérica”

Las obras del escritor salvadoreño reflexionan sobre el miedo y la psique moldeada por dinámicas sociales.

Horacio Castellanos en Filgua 2023

Castellanos Moya es autor de 12 novelas, libros de relatos y ensayos. (Foto Prensa Libre: Gunter Glücklich, cortesía Filgua)

Han pasado 19 años desde que Horacio Castellanos Moya visitó por última vez Guatemala. Este 2023, a propósito del lanzamiento de sus dos recientes publicaciones, el autor y periodista salvadoreño vuelve a este pedazo de Centroamérica, para comentar dos títulos —El hombre amansado y Roque Dalton: correspondencia clandestina y otros ensayos— en el marco de la vigésima edición de la Feria Internacional del Libro en Guatemala (Filgua).

Desde hace años, y viviendo en Estados Unidos, a cientos de kilómetros de su primer terriorio, Castellanos Moya ha atravesado experiencias que, como migrante, le han permitido repensar nociones como el (des)arraigo, las ideologías y la violencia. Esta reflexión conjunta le ha llevado también a generar un cuerpo de obras que, desde su poética marginal, propone formas menos complacientes de ver el mundo.

De cara a la Filgua 2023, el autor participará de dos encuentros públicos y gratuitos donde discutirá sobre El hombre amansado y Roque Dalton: correspondencia clandestina y otros ensayos en las instalaciones de Fórum Majadas. El primer libro será comentado el viernes 14 a las 21 horas y el segundo, el sábado 15 a las 18 horas.

Durante las sesiones, Castellanos Moya compartirá detalles de su escritura la cual durante los últimos 34 años —tiempo que ha pasado desde que salió la primera de sus doce novelas- le ha permitido fluir de manera incisiva y desestabilizante dentro de la categoría de Literatura Latinoamericana.

El hombre amansado es una historia que explora el miedo incrustado en un territorio socio-político. ¿Cómo ha ido mutando este tema en comparación a novelas anteriores?

El miedo que Erasmo Aragón (personaje principal del libro) tuvo en los libros Moronga o En el sueño del retorno se va modificando en la medida que se enfrenta a nuevas circunstancias, condiciones. Lo que era anteriormente un miedo a la realidad, ahora es un miedo que no está relacionado con una violencia política inmediata.

Es un miedo que está relacionado con un tipo de violencia que se desprende de nuevas formas de control ideológico que él padece, y ante las que está todo el tiempo atento y miedoso, en cuanto al acoso sexual, la discriminación o el exilio. Estos componentes han ido conformando otro marco en su mente. Es un personaje que va involucionando. Cada vez está más sujeto a ser vulnerable ante las presiones externas

Otro elemento destacable en el libro yace en la territorialidad, que regala una óptica identitaria. ¿Qué implica el territorio frente a la construcción de este personaje?

Erasmo se ha formado en Centroamérica y México. Se exilia en Estados Unidos y luego se va a Suecia. Tiene que enfrentar en nuevos territorios otras maneras de presión social, de entender el mundo, y como un personaje que llega formado a esas realidades, tiene dificultades para enfrentarlas. Es un personaje que no logra encajar ni conectar porque tiene un enorme problema de identidad, de pertenencia, de nervios y de cómo relacionarse con el mundo. El territorio es importante porque también es cultura; reúne un montón de componentes de carácter ideológico, social, político, de la vida cotidiana, de la relación de pareja…

‘El hombre amansado’ aborda el estado mental al borde y asfixiado de un hombre frente a una lucha ideológica. (Foto Prensa Libre: Cortesía Penguin Random House)

Este acercamiento a la vida de Erasmo revela también un modo no tan apacible de vincularse con el mundo. ¿Encuentra un reto a la hora de expandir estos temas que no siempre encajan en una narrativa complaciente?

Otros autores pueden tratar con mucho más desgarro, mucha más desnudez, porque es su forma de ver el mundo. Yo creo que el escritor en buena medida responde a una manera de entendimiento. La literatura es una forma de conocimiento de la realidad que se expresa y que transmuta en la obra. Si una persona tiene una forma complaciente de ver el mundo, eso va a expresar en cómo trata el tema. Y el mismo tema será tratado de una forma radicalmente distinta por un autor que no tiene esa forma edulcorada de entender la realidad.

¿Qué tanto hay de usted hay en Erasmo Aragón?

Físicamente lo veo parecido a mí. Erasmo tiene experiencias que yo no tengo, y viceversa. El mundo de las experiencias de Erasmo es más extremo, llega a ciertos límites. No tenemos la misma psique. La de él es una muy perturbada. Erasmo tiene además una forma derrotista de enfrentarse al mundo.

Compartimos algo interesante y es que tenemos datos de formación intelectual y social. Muchos dirían que es un alter ego, y que por eso es fácil escribirlo. Todos mis personajes son alter egos, pero Erasmo es de los más difíciles para mí porque tiene cosas físicas de formación y extracción social similares a las mías, pero me temo que tiene una psique y una estructura emocional completamente difícil. Esto hace que sea más cansado escribirlo porque necesito un alto grado de esquizofrenia para estar con alguien que se parece a mí, pero que realmente no soy yo.

¿Qué tanto influye el entramado social-cultural y político en el desarrollo de esta psiquis?

Muchísimo. Somos hijos de nuestras circunstancias. Es decir, alguien que se ha formado en un medio de violencia, ya sea político, ya sea del narcotráfico, tiene una forma de percibir el mundo radicalmente distinta de alguien que ha crecido en una sociedad pacífica y democrática; alguien para quien el miedo no es un componente fundamental de su personalidad.

El poeta, ensayista, periodista, activista político e intelectual salvadoreño Roque Dalton figura como un tema recurrente en las últimas obras de Horacio Castellanos Moya. (Foto Prensa Libre: Cortesía Penguin Random House)

Otro personaje importante en el libro, así como en su cuerpo literario, es el escritor y poeta Roque Dalton.

Es un componente esencial para El hombre amansado, que viene del otro libro -Roque Dalton: correspondencia clandestina y otros ensayos- que también presentaré en Filgua.

A Erasmo le pongo mis propias preocupaciones sobre el poeta. Son materia compartida entre el personaje y yo, que es una curiosidad que tuve en el libro Moronga donde cuento cómo fue la captura de Dalton. En El hombre amansado, Erasmo ha dejado esa búsqueda. Nada más tuvo la intención y el propósito de investigarlo.

Aquí la investigación se está guardando y él no trabaja en eso porque hay una cosa más profunda y es que él quiere olvidar su país. Al final en El hombre amansado estamos frente a un personaje que vive tres crisis: el desarraigo, la pertenencia y un problema de identidad. Así como Erasmo, Dalton también es un elemento de identidad.

Entre tantas búsquedas y psiques permeadas por contextos violentos, ¿cómo cree que pueda imaginarse la esperanza? ¿Cómo reaccionaría Erasmo frente a esta pregunta?

Erasmo es un personaje que no se plantea la salvación. Está regido por una idea irremediable. No se le ve por dónde va a salir. No ha muerto, pero continúa vivo.

No sé si esa idea fundamental sobre la sobrevivencia tiene que ver con nuestros países. Me parece que sí. Nuestros países quien sabe si van para adelante, pero sobreviven, nuestra gente sobrevive. La sobrevivencia es un componente fundamental de las culturas en Centroamérica.

En las peores condiciones y situaciones, la gente sobrevive. Eso es lo único que se plantea como objetivo inmediato. El largo plazo está muy lejos, no se reflexiona. Se reflexiona sobre la sobrevivencia inmediata y creo que Erasmo, a otro nivel, expresa eso.

 

ESCRITO POR:

Alejandro Ortiz

Periodista de Prensa Libre especializado en temas sobre cultura y bienestar, con 5 años de experiencia.