Sayonara (Adiós, en japonés) relata la relación entre Leona, una robot humanoide, y Tania, una mujer que ha caído gravemente enferma tras quedar afectada por las radiaciones emanadas de un accidente nuclear sin especificar.
El filme es una adaptación de una obra de teatro del citado autor nipón y constituye la “primera película protagonizada por una pareja de humano y androide”, según el Festival Internacional de Cine de Tokio (TIFF), donde se estrenó la película el pasado fin de semana.
La robot protagonista es capaz de hablar y de reproducir expresiones humanas en su rostro, aunque no puede caminar, por lo que aparece en la película sobre una silla de ruedas.
Su cuerpo está construido con un esqueleto metálico articulado y y cubierto por goma y silicona de aspecto similar a la piel, y durante el rodaje fue operado por control remoto.
El androide es un modelo Geminoid-F desarrollado por Ishiguro, quien desde 2005 ha diseñado y construido varias generaciones de autómatas de aspecto humano y capaces de interactuar con personas, entre ellos un clon robótico de sí mismo.
El trabajo de Ishiguro fue reconocido este año con el Premio nacional de Ciencia y Tecnología que otorga el Ministerio nipón de Cultura, Deporte, Ciencia y Tecnología, y algunos de sus autómatas se exhiben en el Museo de la Ciencia Emergente y la Innovación (Miraikan) de Tokio.