El equipo asegura haber desarrollado la nefrona a partir de una solo célula extraída del riñón de un ratón.
Una nefrona es la unidad básica funcional de un riñón y sirve para regular el agua y filtrar los solubles, como el sodio, de la sangre.
El equipo de investigadores nipones aislaron la célula del ratón y la cultivaron en un medio grueso y con textura gelatinosa que permitió que el material creciera en todas direcciones.
Tres semanas más tarde, la célula adquirió la forma de una estructura virtualmente idéntica a la de una nefrona con una parte de dicha estructura ostentando la función de generar orina, según los investigadores.
El grupo espera perfeccionar el método y lograr repetirlo con material genético humano para combinarlo con iPS, que son células con la capacidad de convertirse en cualquier tipo de tejido.
Las iPS fueron descubiertas por el japonés Shinya Yamanaka, premio Nobel de Medicina 2012, y además de suponer el futuro de la medicina regenerativa resuelven en principio el problema ético de trabajar con células madre de embriones.