Escenario

Joven prodigio de la composición

El violinista y compositor Julián Paniagua Martínez no solo dejó un extenso legado musical, que comenzó a los 12 años de edad, sino colaboró con el diseño y la construcción de la primera marimba cromática, junto con el maestro constructor de este instrumento Sebastián Hurtado.

Paniagua nació en Guatemala, el 5 de septiembre de 1856, hijo del violinista Francisco Paniagua y de Patrocinia Martínez. Su padre lo inició en el estudio de la música y de él heredó el talento en ese arte.

Francisco Paniagua fue director de la banda de Chimaltenango, en la que aprendió a ejecutar el violín y el tenor. Estudió armonía con Emilio Dressner. A los 12 años, Julián compuso su primera melodía, Tos ferina, vals que fue estrenado por aquella banda.

Asumió su primer cargo como director de bandas a los 15 años, en Tejutla, San Marcos. Uno de sus aportes más trascendentales fue el desarrollo del teclado cromático de la marimba que en adelante se convertiría, junto al piano, en la portadora de los géneros de salón, en 1894, cuando era director de la banda de Quetzaltenango.

Fue subdirector y director de la Banda Minerva, y fundador y director de la Banda de la Guardia de Honor. En 1877 organizó una banda de fanfarria en el Instituto Nacional para Varones de Occidente. Poco tiempo después fundó, en Quetzaltenango, la estudiantina Lira Altense, integrada por señoritas.

Al retornar de una gira por América del Sur, pasó por Nicaragua, donde fue detenido y encarcelado por orden del presidente José Santos Zelaya. En 1912 organizó y dirigió en ese país la banda del Hospicio Nacional, y en 1913 fundó en Guatemala la Casa Mercantil Repertorio Musical.

Varias de las obras de diversos géneros de este prolífico compositor —sobrepasan las 200— fueron premiadas en certámenes internacionales. También compuso marchas fúnebres como Los pasos de nuestro Señor, 1890; Señor de la Humildad y El Señor sepultado, 1890, además de varias arias inéditas. Falleció en Guatemala el 27 de mayo de 1946.

TALENTO RECONOCIDO

Varias de sus piezas fueron galardonadas.

Entre sus principales obras destacan: El primer laurel (vals, 1869), Anita (polca, 1876), Ojitos negros (vals, galardonado con medalla de bronce en la Exposición Internacional de Chicago, en 1877), La jardinera (mazurca, 1883), Ferrocarril del norte (marcha, 1883), El canario (polca, 1888), y La Democracia (medalla de plata en la Exposición Internacional de París, en 1900).

También: Tecún Umán (vals, 1901), el poema sinfónico Locomotora y Murmullo de besos, premiado en la Exposición Internacional de Saint Louis, EE. UU.

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