La trama se desarrolla en los cayos de Florida, donde los Rayburn son un pilar de su comunidad, en la que aparentan ser intachables. Su vida da un giro cuando después de 30 años, el hermano mayor y oveja negra, Danny (Ben Mendelsohn) vuelve a casa para celebrar el 45 aniversario del hotel de sus padres. Su reaparición amenaza con descubrir secretos familiares y su vergonzoso pasado; la lealtad entre hermanos se pone a prueba.
Los creadores de esta serie son los hermanos Todd A. y Glen Kessler, quienes unen su talento al de Daniel Zelman. El trío estuvo detrás del drama Damages, postulado a los premios Emmy.
El actor Kyle Chandler interpreta a John, uno de los hijos de la familia, un policía cuya voz narra el desarrollo de la historia. También aparece Linda Cardellini en el papel de la abogada Meg, la hija obediente de la familia.
Norbert Leo Butz es el menor de los hermanos: Kevin, un reparador de barcos con un temperamento colérico. Mendelsohn es Danny, el encargado de recordar a la familia el pasado que los avergüenza.
El cuadro no estaría completo sin la madre protectora Sally, interpretada por Sissy Spacek, y el patriarca de los Rayburn, Robert, a quien da vida Sam Shepard.
Difusión
De acuerdo con el cocreador de la serie, Daniel Zelman, la idea de lanzar Bloodline completa en Netflix le sienta perfectamente a la trama.
En una entrevista previa al lanzamiento, Zelman explicó que los 13 episodios del programa se ven como si se leyera los capítulos de un buen libro, pues el público fija el ritmo al que quiere avanzar en la historia.
“Cada episodio es un capítulo, y al llegar al final se tiene el siguiente ahí mismo”, dijo sobre la ventaja de su difusión en streaming. “Esto crea cierta libertad narrativa, porque no hay que enganchar a una audiencia cada semana”, añadió.