Estos curiosos animalitos podrían ser el primer paso hacia el desarrollo de medicamentos asequibles en países en vías de desarrollo.
Científicos trasladaron material genético de una aguamala, específicamente una proteína fluorescente, a embriones de conejo y los implantaron en una hembra adulta. De una camada de ocho, dos adoptaron la inusual característica. A primera vista, los conejos blancos no se distinguen de sus hermanos, pero al apagar la luz irradian un color verde brillante.
El propósito del experimento fue demostrar que es posible obtener conejos transgénicos. El brillo fluorescente no sirve más que para indicar el éxito del procedimiento. Ahora, los investigadores pretenden insertar a los conejos nuevos genes que produzcan proteínas benéficas. Éstas serán extraídas de la leche de las hembras para la elaboración de medicamentos.
No es inusual que la industria farmacéutica se sirva de la transgénesis para obtener medicamentos. En 2009, por ejemplo, la Food and Drug Administration, FDA, por sus siglas en inglés, aprobó el uso de ATryn para tratar la deficiencia congénita de antitrombina. ATryn fue creado a partir de la proteína de cabras transgénicas.
En un futuro, los conejos podrían reemplazar como biofábricas a los costosos laboratorios y métodos mediante los cuales se obtienen actualmente las proteínas transgénicas, reduciendo el costo de los medicamentos. Los científicos aseguran que los animales, por su parte, no sufren ni son beneficiados por la transgénesis.