Escenario

Natalie Portman: “Ser sexualizada de niña me quitó mi propia sexualidad”

La actriz Natalie Portman reveló lo que sufrió durante su infancia y cómo sus primeros papeles la marcaron en su trato con los hombres.

Natalie Portman es una actriz que ha destacado en la industria cinematográfica y es de las pocas que han sido reconocidas con los cuatro grandes premios (Óscar, Globo de Oro, Bafta y Sindicato de Actores) por el mismo papel: la sublime y atormentada bailarina Nina Sayers de Cisne negro.

Desde que tenía 11 años, Natalie Portman enamoró a multitudes con su papel de Matilda en El perfecto asesino, la película de 1994 de Luc Besson en la que interpretó a una niña que se quedó sin familia, la cual fue asesinada. La niña entonces aprendió a manejar armas de la mano de un sicario a quien llega a declararle su amor.

Tras este éxito vinieron otros más en filmes como Chicas lindas de Ted Demme. Sus interpretaciones impresionaron a la crítica mundial y, además de llevarla a lo más alto de la industria, también la convirtieron en objeto de deseo, siendo tan solo una adolescente.

Recientemente, Portman se pronunció sobre sus inicios y habló sobre el trauma que vivió en su juventud y lo que estuvo rodeada con su trabajo.

“Ser sexualizada de niña me quitó mi propia sexualidad porque me dio miedo”, declaró en el podcast Armchair Expert, de Dax Shepard. “Definitivamente era consciente de cómo me retrataban, principalmente en el tipo de periodismo que existía cuando salían las películas, como esa figura de Lolita y esas cosas”, agregó Portman.

La actriz también explicó que su fuerte personalidad ayudó a sentirse segura a pesar de todo.  “La única forma en que podía estar segura era diciendo: ‘Soy conservadora y hablo en serio y debes respetarme, y soy inteligente y no me mires de esa manera’. Tanta gente tuvo esa impresión de mí, de que era muy seria, mojigata y conservadora a medida que crecía. Lo cultivé conscientemente porque era una forma de hacerme sentir segura. Si alguien te respeta, no te hará sentir como un objeto”, afirmó Portman, quien se define a sí misma como “una aburrida”.