La ofrenda fue encontrada a 103 metros de la entrada del túnel del Templo de la Serpiente Emplumada, en La Ciudadela de Teotihuacán, descubierto en octubre de 2003.
Desde entonces, el equipo del arqueólogo Gómez ha encontrado un total de 48 ofrendas, con decenas de miles de objetos. “Tenemos más de 30 mil objetos de jade, (una roca) que solamente viene de Guatemala“, dijo el experto.
En la última encontrada en el túnel que desemboca tres bóvedas, en las que Gómez cree que podría haber depósitos funerarios, fueron halladas también cuatro esculturas labradas en piedra de unos 65 centímetros de alto que representan a tres mujeres y a un hombre “con rasgos teotihuacanos”, que estaban observando hacia lo que sería el punto más alto del Templo de la Serpiente Emplumada.
Decenas de grandes caracoles procedentes del Golfo de México y el Mar Caribe, algunos de más de 50 centímetros, pelotas de hule, huesos de grandes felinos, y miles de cuentas de diversos materiales y ollas son otros de los objetos hallados en la ofrenda.
“La temporalidad del túnel y de toda la cerámica es del año 150 a 200 d.C, que es cuando ocurren todo estos depósitos” en las ofrendas, precisó el arqueólogo.
La fase de exploración del túnel que mide unos 120 metros de largo será concluida el próximo año.
Teotihuacán, que en lengua náhuatl significa “Ciudad de los dioses”, fue una de las mayores ciudades de Mesoamérica durante la época prehispánica. Sin embargo, el origen de esta ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco no ha sido aún dilucidado por los expertos.