Escenario

De Princesa Roja a Reina de las Letras

La escritora mexicana Elena Poniatowska, conocida como la Princesa Roja por su ascendencia de la realeza polaca y por su compromiso social, se convirtió ayer en la Reina de las Letras al recibir el Premio Cervantes, en Madrid, España.

Dio un discurso muy aplaudido por un claustro lleno en la Universidad de Alcalá de Henares, Madrid, en el que la escritora —”una sancho panza femenina”, como ella se dijo a sí misma— derrochó la empatía que la caracteriza, mucha ternura y amor.

Vestida con su traje indígena rojo y amarillo, elaborado por las mujeres de Juchitán, Oaxaca, México, la escritora y periodista comenzó el discurso con el recuerdo a Gabriel García Márquez, quien “dio alas a América Latina e hizo que nos crecieran flores en la cabeza”.

José Emilio Pacheco, Octavio Paz, María Zambrano, Dulce María Loynaz y Ana María Matute, y las mujeres comunes y corrientes, las que han sido asesinadas en Ciudad Juárez o Chiapas, fueron protagonistas del discurso que Poniatowska dio, muy reivindicativo y crítico con el poder.

“Ni nacer princesa le ha impedido nunca estar muy cerca de los que poco o nada tienen, ni nacer y vivir su niñez en París, Francia, evita que se sienta más mexicana que el mole”, añadió el ministro español de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert.

El rey Juan Carlos cerró las intervenciones de la ceremonia de entrega del máximo galardón de las letras en castellano, con un discurso en el que reconoció el compromiso humano, y en particular con las mujeres, de la escritora mexicana.

Acompañado de la reina y en presencia del jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, don Juan Carlos expuso que la distinción a la autora mexicana es también “un homenaje a todas las personas que, como la propia galardonada, han sembrado el camino para alcanzar la promesa de un futuro mejor”.

Tras la solemne ceremonia de entrega del reconocimiento, al que Poniatowska acudió con sus tres hijos —Emmanuel, Felipe y Paula—, y siete de sus 10 nietos, además de amigos, los invitados acudieron al patio del Rectorado para tomarse una fotografía de familia con los Reyes. Allí, Poniatowska comentó: “Me siento muy solidaria con las mujeres de México; sin ellas el país se caería en mil pedazos porque son un elemento aglutinador; son resistentes y generosas”.

Algo de su discurso

“Lo que se aprende de niña permanece indeleble en la conciencia, y fui del castellano colonizador al mundo esplendoroso que encontraron los conquistadores. Antes de que los Estados Unidos pretendieran tragarse a todo el continente, la resistencia indígena alzó escudos de oro y penachos de plumas de quetzal y los levantó muy alto cuando las mujeres de Chiapas, antes humilladas y furtivas, declararon en 1994 que querían escoger ellas a su hombre, mirarlo a los ojos, tener los hijos que deseaban y no ser cambiadas por una garrafa de alcohol. Deseaban tener los mismos derechos que los hombres.

‘¿Quién anda ahí?, nadie’, consignó Octavio Paz en El laberinto de la soledad. Muchos mexicanos se ningunean. ‘No hay nadie’ —contesta la sirvienta. ‘¿Y tú quién eres?’ ‘No, pues nadie’. No lo dicen para hacerse menos ni por esconderse, sino porque es parte de su naturaleza. Tampoco la naturaleza dice lo que es ni se explica a sí misma, simplemente estalla”.

El premio

El Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes se entregó por primera vez en 1976 a Jorge Guillén, y desde entonces lo han recibido cuatro mujeres y 35 hombres. Los ganadores obtienen €125 mil (US$170 mil, aproximadamente); además, reciben de manos del rey una medalla y la escultura del galardón.

Lectura

La escritora mexicana Elena Poniatowska fue la encargada de comenzar la tradicional lectura ininterrumpida de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha,  en Madrid, que se celebra cada año con motivo del Día Internacional del Libro, 23 de abril.

Antes de pronunciar el conocido “En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme”, Poniatowska aseguró que era un gran honor leer en España el primer capítulo de El Quijote.

La lectura de El Quijote  la continuó el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert; la alcaldesa de Madrid, Ana Botella; el presidente del Círculo de Bellas Artes, Juan Miguel Hernández de León, y la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes.

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