Escenario

Rebeca Lane: “Nuestra lucha es por la alegría”

Poetisa, socióloga, rapera, activista y anarquista. Pero sobre todo, feminista. La guatemalteca Rebeca Lane utiliza su arte y sus rimas crudas para empoderar a la mujer, combatir el machismo y la realidad aplastante de su país y del resto de Latinoamérica.

Rebeca Lane, rapera, socióloga, poetisa y activista guatemalteca. (Foto Prensa Libre: Keneth Cruz)

Rebeca Lane, rapera, socióloga, poetisa y activista guatemalteca. (Foto Prensa Libre: Keneth Cruz)

Rebeca está en Europa, un lugar que no es nuevo para ella. Sin embargo, esta vez va acompañada de otras dos artistas: la costarricense Nakury y la mexicana Audry Funk, como parte del colectivo feminista centroamericano Somos Guerreras. Con ellas acaba de emprender una gira por varias ciudades europeas para promover el EP Lucha para respirar, lanzado recientemente, y del cual critica que no se le haya dado cobertura en su país.

“Hemos publicado dos videos este año, uno grabado en una gira por México y otro grabado en una gira por USA. Hoy estrenamos EP. Pero nadie ha dicho ni una palabra”, escribió el pasado 7 de junio en Twitter.

La gira Somos Guerreras comenzó el pasado 6 de junio en Vigo, España, y se extenderá hasta el 27 de julio en Jena, Alemania,  según su calendario oficial.

La artista habló desde España con Prensa Libre sobre el tour, sobre la lucha de las mujeres latinoamericanas por sobresalir en una industria musical marcada por el machismo, y de sus próximos proyectos.

¿Cómo surgió la idea de hacer este tour, y desde cuándo?

La idea surgió hace un año. Yo he estado trabajando con este colectivo desde el 2014. Han estado algunas integrantes u otras se han ido, ha ido cambiado un poco. La idea del colectivo es crear espacios para mujeres en general, entonces se van haciendo alianzas con las raperas o activistas que quieran entrar en esta línea de trabajo.

La idea era poder traer este proyecto a Europa, ya que yo como solista he dado aproximadamente unas cinco giras en Europa, contando esta; cuatro en solitario. La idea era traer algo nuevo y lo que significa para nosotras la unión de mujeres en Latinoamérica a partir del hip hop.

¿Cómo surgió el proyecto de Somos Guerreras y cómo se conocieron?

El proyecto lo empecé yo por ahí por el 2014, cuando comencé a hacer varias giras por Centroamérica y México. Me empecé a vincular y conectarme con las mujeres que en cada uno de esos países trabajaba de forma articulada a partir del hip hop. Entonces en 2015 me dieron una beca en una organización de Nueva York, y usé ese ese dinero para hacer una gira por Centroamérica en la que fuimos grabando testimonios de mujeres en el hip hop. Desde Ciudad de Panamá cruzamos toda Centroamérica y visitamos tres ciudades en México, que fueron Mérida, Ciudad de México y Tijuana. Tenemos grabadas alrededor de 90 entrevistas con mujeres en la región, y la idea es que en algún futuro se pueda realizar un documental exponiendo lo que significa ser mujeres en nuestra región, en nuestro territorio; y lo que significa estar vinculada a partir del hip hop.

Así que en el camino es que he ido conociendo a las compañeras y se han ido uniendo a los esfuerzos o ideas que he ido teniendo para poder dar este reconocimiento a las mujeres dentro de la región. obviamente no somos las únicas que lo estamos haciendo. Creo que a partir de esa gira en 2016 otras mujeres se inspiraron de alguna forma a organizarse o ya tenían algún proceso, pero se vincularon con nosotras y otras para darle mas visibilidad al trabajo que ellas estaban haciendo como raperas o como hiphoperas.

¿Finaliza la gira el 27 de julio o hay más para después?

La gira termina definitivamente el 27 de julio. Creo que en lo que resta del año es todo lo que haremos juntas. El año pasado, en noviembre, dimos gira en México. Este año en abril hicimos gira en la costa este de EE. UU; estuvimos por Nueva York, Washington DC, New Jersey… Y ahora estas 19 fechas que estamos teniendo aquí en Europa,  así que el resto del año cada quien retoma sus proyectos individuales.

¿Cómo ha sido el recibimiento en los primeros shows?

A la fecha (11 de junio) hemos tenido tres shows y el recibimiento ha sido impresionante; la gente se lo ha pasado muy bien. La mayoría de los lugares a los que estamos llegando son lugares donde me había presentado antes y ya conocían mi trabajo, y de alguna forma les llamó la atención el saber que esta vez iban poder contar esto pero por tres; y que iban a poder ver esta unión.

Ha sido muy interesante, muy bonito, hemos recibido mucho apoyo y todavía hay muchas ciudades por venir. Creo que hay mucha expectativa, sobre todo hemos recibido muchos mensajes de mujeres latinoamericanas que están aquí estudiando, que han migrado, que han venido a trabajar… y que siempre hay mucha expectativa de poder llegar al espacio a llenarse de energía. Porque a veces Europa puede llegar a ser muy hostil con la gente que no es europea o que no es blanca. Y de alguna forma el hecho de que nosotras como mujeres mestizas estemos arriba de un escenario representando también da una fuerza muy grande a las mujeres que cotidianamente tienen que enfrentarse a un contexto de racismo.

¿Qué representa para usted llevar música de artistas de Centroamérica fuera de la región?

Para mí es muy importante que se conozca y reconozca el trabajo de Centroamérica en otros países. Creo que,  particularmente aquí en Europa, existe como una visión de que del otro lado del mundo solo está Sudamérica; es decir, aquí toda la gente cree que de México para abajo todo es Sudamérica y eso de alguna forma  como que invisibiliza las distintas realidades que tienen las regiones que nosotras habitamos. Por ejemplo, en Centroamérica,  a diferencia de México y otros países de Sudamérica, básicamente no hay industria musical como tal, y menos para la independiente. Entonces para mí es importante también que se reconozca Centroamérica y que,  a pesar de todas las limitantes que nosotras tenemos, estamos haciendo música y estamos lanzando mensajes importantes y potentes que hablan de nuestras realidades. Y creo que ese es un intercambio necesario porque muchas veces aquí en Europa viven con muchos privilegios y comodidades que tienen que ver precisamente con que en nuestros países existen esas carencias. Entonces creo que es importante hacer ese intercambio de informaciones y que se reconozca también de este territorio el valor que tiene; que a pesar de esas precariedades que nosotras vivimos, que son producto de la colonización, estemos aquí lanzando este mensaje tan potente.

Y como te contaba, también de alguna forma estamos representando a las mujeres latinoamericanas y dándoles una voz arriba de un escenario. Porque muchas veces a nuestras compañeras latinoamericanas aquí no se les escucha en asambleas feministas, en asambleas de activismo, de grupos políticos activistas. Se invisibiliza mucho la experiencia de las mujeres latinoamericanas, entonces el hecho de que nosotras podamos estar arriba de un escenario diciéndolo para un público que en su mayoría es europeo creo que también le da mucha fuerza a las compañeras, a sus palabras, para que se tomen en cuenta las necesidades que ellas tienen en este territorio. Y que la solidaridad funcione desde el escuchar, el entender. Muchas veces la gente europea piensa que ellos saben todo y no escuchan, entonces el hecho de poder estar sobre una tarima hablando durante una hora, desde nosotras y por nosotras, desde Centroamérica, me parece que es muy potente,  pero también lo es la narrativa y que no nos vean como un adorno exótico, sino que se nos escuche.

¿Qué mensaje buscan llevar junto con su música en la gira?

Definitivamente lo que queremos hablar y posicionar son las cosas que nos atraviesan. Por un lado, qué es lo que significa ser mujer, que tanto aquí como en Latinoamérica y todo el mundo significa que hemos crecido en un mundo patriarcal, donde nos ha tocado una parte más pequeña del pastel, a pesar de que somos más de la mitad de la población del planeta. Entonces creo que consiste en relatar esas posiciones desde el ser mujer y cómo a partir de nuestras luchas, ya sea en las calles o nosotras en la música,  estamos batallando para cambiar esta situación. Porque ya no queremos que las mujeres sigamos siendo abusadas, violentadas, ya no queremos morir en mano de nuestras parejas, ya no queremos que se nos toque sin nuestro consentimiento en la calle o en las fiestas. Por ejemplo, aquí (en España) se han dado varios casos, a partir de (el caso) La Manada, en Pamplona, de esta violación masiva, se han replicado en otras ciudades, en las fiestas, estos sucesos. Los hombres están replicando este tipo de dinámicas de violencia hacia las mujeres.

Entonces, en un primer momento buscamos solidarizarnos con la situación de las mujeres acá también, que se conozca y reconozca también cuál es la situación de las mujeres en nuestro contexto, que se reconozca cuáles son las luchas territoriales que tenemos en Centroamérica por la defensa del territorio, la conservación de los recursos naturales, una vida libre de contaminación, las luchas contra la corrupción que hay en toda la región… Pero también es un mensaje de alegría, de lucha por la vida, y yo creo que eso hace que nuestros conciertos también sean un espacio donde hay mucha risa, mucho baile, porque definitivamente, a pesar de todos estos problemas que nosotras atravesamos, nuestra lucha es por la alegría, nosotras queremos ser felices.  Eso lo transmitimos también con la música, con el baile; queremos dejar una experiencia de  alegría.

Ha tenido la oportunidad de compartir con otras artistas en el extranjero, ¿qué ha aprendido de ellas en cuanto a “ser guerrera”? ¿se hace más fácil empoderar a la mujer en la música y el arte fuera del país, o es igual la lucha?

Creo que en todos los países las mujeres tenemos serias dificultades para incursionar en el mundo de la música. Por ejemplo, recientemente estuve en un encuentro de mujeres en latinoamericanas en Chile, donde había invitadas de toda Sudamérica para contar su experiencia como mujeres en estos países, como Chile, Uruguay,  Argentina, donde tienen una industria musical mas desarrollada. Y para mí fue súper interesante ver cómo las mujeres están organizadas dentro de la industria musical, tienen colectividades y están haciendo cosas. Por ejemplo, ahora en Argentina lograron, a través de su propio activismo, hacer una propuesta de ley, que ya fue aprobada, que exige que los festivales tengan un mínimo de participación de mujeres en sus carteles, dado que a veces en un cartel de 25 artistas había una mujer y nunca en los espacios más importantes.

Hace poco estuve de exponente en el festival Primavera Sound, en Barcelona, uno de los más grandes de Europa. Fui invitada para la parte de las discusiones y el espacio de formación para músicos y músicas. Allí se exponía sobre las exigencias para las mujeres en la industria musical, y cómo para nosotras  para ponerte de portada en una revista, o poner tu single en la radio o darle difusión a tu música, definitivamente tenés que cumplir con ciertos patrones como la sexualización de los cuerpos, poner tu cuerpo al servicio de los demás en función de eso, sexualizarse. Y muchas disfrutan hacerlo, pero otras no lo disfrutamos; y las que no queremos entrar en esas dinámicas de sexualización no tenemos el mismo apoyo que las compañeras que sí.   Entonces la conclusión que me queda es: cómo podemos hacer que cada vez mas mujeres tengan más acceso a estos espacios donde se elige, por ejemplo, la programación en un festival; que cada vez tomen más en cuenta la diversidad de mujeres que estamos en la industria musical, sobre todo mujeres latinoamericanas.

Aquí en Europa hay mucha “exotización” de la mujer latina; o sea, a partir del boom que se creó con Despacito sí que hay un cliché sobre lo que es ser latinoamericana: una mujer sexual que baila, se mueve, se toca. Y entonces si vos como mujer latina no cabés en ese estereotipo pues no se te dan los mismos espacios que a otras compañeras que quizás sí correspondan con esas características.

Creo que definitivamente a quienes más nos toca guerrear precisamente es quienes estamos dando un mensaje de conciencia, quienes estamos hablando en contra de la violencia hacia las mujeres. Y se promueve muchísimo más la música que a veces no tiene contenido. Yo no tengo problema con esa música, pues no siempre ando escuchando lo mismo; a veces solo me gusta escuchar música para divertirme, pasarla bien y bailar. Sin embargo lo que se busca es que sean espacios equitativos para que se puedan promover todas las expresiones musicales que hay. Pero definitivamente aun y a pesar de que en otros lados tienen las mismas dificultades y se están organizando, en Centroamérica y en México tenemos también una violencia contra las mujeres tan cruel, tan fuerte, que es muy difícil para nosotras organizarnos y hacer cosas como las que han logrado ahora las compañeras en Argentina, por ejemplo. Es decir, nosotras vivimos en un contexto de represión absoluta. Cualquier manifestación, cualquier organización que nosotras hagamos es estigmatizada, reprimida, es malentendida.

Creo que como mujeres centroamericanas, particularmente, es mucho más complejo porque en nuestros propios países no nos apoyan, nos ven como las locas, no nos quieren escuchar, no nos dan espacios; y eso, sumado a una violencia estructural… tú sabes que cada día salen no sé cuantas alertas Isabel Claudina de mujeres desaparecidas. Es decir, nosotras tenemos un miedo constante de salir a la calle y no volver nunca. Sumado a que no hay industria musical, sumado a las condiciones estructurales de las mujeres en nuestro país, pues es mucho mas difícil organizarnos. Creo que sí, en Centroamérica somos realmente muy, muy guerreras, porque a pesar de todo esto estamos haciendo música y estamos haciendo lo que queremos.

Decía a comienzos de año en una entrevista con EFE que en Guatemala las mujeres no viven en libertad, y que el machismo no cambia. ¿Cree que con una mujer como presidenta o una mayor participación de mujeres en la carrera electoral (aunque a algunas ya no están en la contienda) el panorama pueda cambiar? ¿Qué haría falta?

Yo diría que no todas las mujeres representan los intereses colectivos de las mujeres porque, por ejemplo, hay candidatas que están en contra de la educación sexual.  Se pudo ver hace poco en un foro que se hizo con iglesias evangélicas. Y entonces una dice “bueno, ¿y esta mujer en qué mundo vive?”. Porque definitivamente la falta de educación sexual para mujeres y hombres es una de las principales razones de embarazos adolescentes, que en Guatemala las cifras son alarmantes como pocos en el mundo. Creo que eran como 90 mil embarazos en un año de niñas menores de 18 años. Es decir, antes de los 18 años las niñas y los niños debieran disfrutar de su vida, de estudiar, de crear un proyecto de vida a partir del cual puedan desarrollarse plenamente, y en el momento de su madurez sexual y época de su madurez como personas tomar la decisión de crear una familia si eso es lo que desean.  Finalmente todos y todas tenemos que aprender a reconocer nuestro cuerpos y cómo cuidarlos y los de otras personas con las que compartimos; y para mí, negar esa posibilidad a la niñez en Guatemala es definitivamente no reconocer las necesidades particulares de las mujeres. Porque finalmente quienes llevan a cabo el embarazo no deseado en condiciones de pobreza, muchas veces con 13 o 14 años, son las mujeres; las parejas simplemente se van o lastimosamente, en el caso de niñas adolescentes, la mayoría de sus embarazos son producto de violencia dentro de sus mismas familias, violaciones y abusos sexuales.  Cuando se dice que sean las familias las responsables de la educación es alarmante también, porque es dentro de las familias donde se da el abuso. Si miramos la mayoría de casos de embarazos en adolescentes, estos tienen que ver con abusos en el hogar, entonces no podemos confiar la educación sexual en manos de las familias. El Estado en este caso tiene que intervenir para garantizar los plenos derechos de niños y niñas.

No es suficiente con que una mujer participe en una contienda electoral si su participación va a estar enfocada en sostener todos los valores conservadores que tienen a las mujeres en condiciones de sufrimiento, de sumisión, frente a los varones en su familia. Para mí es muy esperanzador el hecho de que haya una mujer como Thelma Cabrera, que es una mujer indígena que viene de las bases de las luchas campesinas y sociales, estar en esa contienda política. Un partido es el que se está reivindicando la diversidad, por ejemplo el respeto a la diversidad, que también se ha manifestado por otros grupos que están más alineados con un pensamientos social de izquierda.

Para mí, definitivamente no es suficiente con ver mujeres en la política. Por ejemplo, en el caso de EE. UU., había una Hillary Clinton yendo por la presidencia; pero a ver… Hillary Clinton ha bombardeado a la mitad del mundo. Entonces me parece que no es suficiente con que haya mujeres en esos espacios, sino que las mujeres en la cotidianidad tengan una posición que les permita ser autónomas sobre su vida, sobre sus cuerpos. Que tengan independencia económica, que puedan tener autonomía sobre las decisiones de su salud sexual y reproductiva, que no sufran consecuencias por ejercer su orientación sexual como,  por ejemplo, un caso de este año: una pareja de mujeres lesbianas fue asesinada en la carretera de El Progreso hacia Jalapa, por el hecho de ser lesbianas. Entonces, mientras las mujeres en nuestra cotidianidad no podamos adquirir el poder de esas decisiones, yo creo que una presidenta sin una visión para la liberación de las mujeres pues no va a significar mucho.

“Nosotras tenemos un miedo constante de salir a la calle y no volver nunca. Sumado a que no hay industria musical, sumado a las condiciones estructurales de las mujeres en nuestro país, pues es mucho mas difícil organizarnos. Creo que sí, en Centroamérica somos realmente muy, muy guerreras, porque a pesar de todo esto estamos haciendo música y estamos haciendo lo que queremos”.

Ha manifestado que no se le apoya al artista nacional en los medios locales e incluso en la radio, ¿a qué cree que se deba esto y qué tanto cree que influye en la carrera de artistas de hip hop?

La verdad es muy lamentable cómo, a pesar de que hay una ley donde se exige que haya por lo menos un 10 por ciento de programación nacional en las radios, es mucho más probable que siempre llenen ese espacio con artistas internacionales antes que llenarlo por artistas nacionales. No es ningún secreto para nadie lo que voy a decir, y es que si tú como artista nacional querés sonar en una radio, tú tenés que pagar para te pasen. Y yo creo que esta ley tendría que mejorarse, porque no hay mecanismos para forzar a las radios o medios de comunicación que cubran una cuota que pueda permitir el desarrollo de una industria musical en Guatemala. A eso es a lo que me refiero cuando digo que no hay una industria musical; hay dos, tres, cuatro periodistas culturales, hay algunos medios de comunicación que apoyan, entrevistan o promueven lo que los artistas estamos haciendo en Guatemala, pero definitivamente, comparativamente, siempre van a pasar la noticia de… no sé… de que a Shakira se le cayó una parte de su vestuario, que Cardi B le tiró un zapato a la otra… o sea, las noticias de espectáculos a veces están llenas de cosas irrelevantes que pasan en otros países, en lugar de reconocer el trabajo que están haciendo las mujeres, por ejemplo el trabajo de Sara Curruchich, de Raisa Morales, que por ejemplo ahora se va a una gira en México con varios cantautores… por mencionar dos casos de dos personas que tengo más cercanas. Pero hay muchos artistas en Guatemala que están haciendo un trabajo buenísimo y que no se les promueve, entonces si la misma gente en Guatemala no reconoce el trabajo que nosotras estamos haciendo, no nos va a consumir, no nos va a apoyar, no va a asistir a nuestros conciertos… Y no es que no haya dinero, porque tú ves que si llega un artista internacional a Guatemala la gente puede pagar US$1 mil por una entrada, pero cuando nosotros cobramos una entrada de Q50 dicen “uy, para qué voy a pagar si ni su mamá sabe quién es”. Y en ese sentido los medios de comunicación tienen también una responsabilidad en promover lo que se hace en Guatemala. Y no estoy diciendo de apoyar solo lo de Guatemala. Obviamente también hay que promover las cosas que son de calidad y que tienen trabajo comprometido, pero hay muchos artistas, hombres y mujeres, en Guatemala, que estamos haciendo un trabajo de calidad en contra de todo pronóstico, porque lo estamos haciendo con todas las condiciones en contra.

¿Qué es lo que pasa? Que muchas artistas como mi caso, hemos tenido mucho más reconocimiento y éxito fuera del país que en nuestro propio país. A mí si me preguntás en las radios de Europa me pasan, me pasan en la BBC, me pasan en la Radio Nacional Alemana, me pasan en muchas radios aquí (España). Cada vez que yo vengo me entrevistan para los grandes periódicos; he salido en entrevistas en El País, en varias revistas musicales importantes de Alemania, en medios italianos. En la BBC ahora, por ejemplo, cuando pasemos por Londres nuevamente me van a entrevistar porque ya me han hecho trabajos, entonces como que hay un reconocimiento a nuestro trabajo en otros medios y a mí me parece súper importante, pero es muy doloroso que en nuestro propio país no nos promuevan y no nos escuchen. Creo que ahí ustedes cumplen una función muy importante, y es que se conozca y reconozca el trabajo, porque finalmente quienes podemos salir del país somos unos pocos privilegiados.

O sea, yo a través de mi trabajo fue que logré ahorrar para empezar a salir de gira al exterior y bueno, ahora mis finanzas me permiten poder mantener unas cinco o seis giras internacionales al año, pero esa es una situación que no todos pueden darse el lujo de tener. Hay muchos artistas con familia que no tienen las posibilidades económicas para poder hacer esto, entonces yo creo que la forma de hayan más artistas activos es que nuestro trabajo se promueva y que no tengamos que pagar por eso, sino que los mismos medios, las mismas radios reconozcan que juegan un papel vital e importante en la promoción de la música que se está produciendo en Guatemala.

“Mientras las mujeres en nuestra cotidianidad no podamos adquirir el poder de esas decisiones, yo creo que una presidenta sin una visión para la liberación de las mujeres pues no va a significar mucho”.

¿Qué otros proyectos tiene para los próximos meses?

En lo que queda del año tengo planificadas varias presentaciones del proyecto Show Obsidiana, que es un espectáculo de mi disco más reciente, en el que participan el productor del disco y mi DJ para esas presentaciones, que es Básico 3, un productor musical y DJ muy reconocido en la escena musical guatemalteca y multinstrumentista que acompaña el show; y realmente siento que con estas intervenciones se le va dando más vida a las canciones.

Tengo algunas presentaciones programadas del show Obsidiana en México, en Guatemala, en El Salvador. En lo que resta del año yo como solista voy a presentar un sencillo pronto. Recientemente antes de salir de gira grabé el videoclip de Siempre viva, que es una canción que se incluye en Obsidiana. Así que muy pronto vamos a sacar el video también. Y también este año tengo programada la gira en Sudamérica, en Chile y Argentina, y probablemente Uruguay. Es lo que estoy trabajando.

Estoy esperando a que inicios del próximo año pueda tomarme un pequeño descanso para poder trabajar en otro disco, grabar… escribir con paciencia, que con tanta gira a veces es lo que menos me da tiempo y es el trabajo más importante, que es el trabajo creativo.

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