Escenario

Un nuevo relato de la resurrección de Cristo llega al cine

La vida de Jesús que se presenta en los Evangelios ha sido llevado a la pantalla en varios largometrajes que han conmovido audiencias.

Life and Passion of Christ, Our Saviour (1903), producción francesa, fue una de las primeras películas que se registra y dio paso a muchas otras que narran el camino, la muerte y la resurrección del Mesías.

¿Pero qué sucedió después de su crucifixión en el Calvario? El director Kevin Reynolds presenta su versión de lo que aconteció en los 40 días posteriores a la muerte de Jesús en la película La resurrección de Cristo, que se estrena hoy en el país.

Relato bíblico

La historia, que según el director se basa en el relato bíblico, es contada a través de los ojos de un ateo: el oficial del ejército romano Clavius, quien dio la orden de clavar la lanza en el costado de Jesús para asegurar su muerte, así como de custodiar su tumba.

Ante la desaparición del cuerpo del Nazareno, Clavius comienza la investigación para descubrir dónde está el cuerpo. La resurrección para él es imposible.

La película es protagonizada por Jospeh Fiennes, quien da vida al oficial romano, y Cliff Curtis es Jesús.

El director Kevin Reynolds, que estuvo atrás de la cinta Robin Hood, príncipe de los ladrones, recreó los escenarios bíblicos en Malta y en el sur de España, para este proyecto que llevó 10 años llevarlo al cine.

El rostro de Jesús

El personaje de Jesús en La resurrección de Cristo fue interpretado por  Cliff Curtis, quien siempre quiso meterse en la piel del Mesías.

¿Cómo se sintió al saber que personificaría a  Jesús?

Cuando recibí la invitación me sentí inseguro e incluso me  pregunté si sabían realmente lo que hacían, porque ni una pizca de mi trabajo podía sugerirle a nadie que yo era el indicado para este papel.

¿Cuál era la imagen de Cristo que el director deseaba proyectar?

Quería que yo le diera  cierto realismo a Jesús, que lo interpretara como un hombre que sí caminó por la Tierra y sufrió como un ser humano. Entonces pensé: “¡Ah, eso sí que puedo hacerlo!”. Era algo con lo que podía identificarme.

¿Cómo se preparó para el papel?

Estudié algunas escrituras y  diversas interpretaciones. Mientras lo hacía me obsesioné con una frase de los evangelios: “Yo soy la vid verdadera”. Esto se refiere a nuestra relación con Dios y me hizo pensar acerca de cómo estamos todos conectados con una fuente divina, lo sepamos o no.

Cortesía de Revsa

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