Este final, que conmocionó a los seguidores del popular detective, se incluye en el relato El problema final, que Doyle escribió en 1893, cuando el autor intentó acabar con el protagonista sobre el que llevaba escribiendo seis años porque estaba cansado. Finalmente lo tuvo que resucitar a petición de sus seguidores de los misterios que resolvía el maestro de la deducción, y pasó 40 años de su vida dedicados a inventar asesinos, pistas y tramas de suspenso.
Horowitz comienza en este punto su historia, en la que “no aparece Sherlock Holmes hasta el final”, reveló en Twitter.