1. Cambiar de actividad: un síntoma de la rutina laboral suele ser el bloqueo mental. Cuando se llega a este punto, las ideas no suelen fluir de manera normal. Una solución es buscar tareas diferentes para refrescar la mente, como la resolución de crucigramas o leer tiras cómicas divertidas.
2. Dividir el problema: otra causa de rutina suele ser la gran cantidad de trabajo a realizar. En estos casos se debe dividir el trabajo, al agruparlo por tareas similares que ayuden a disminuir tiempo y enfrenten con éxito el estancamiento.
3. Cambiar horario: otra buena manera de salir de la rutina es cambiar el horario. Muchas personas tratan asuntos importantes en horas de la tarde, cuando ya están cansados por el trajín del día. Algunas actividades pueden trasladarse a horarios matinales.
4. Tomar una siesta: un adecuado desempeño requiere estar con el máximo de las energías. Recientes estudios consideran que dormir 10 o 20 minutos puede ayudar a refrescar y recuperar energías.
5. Realizar pausas forzadas: el tiempo exclusivo para el descanso debe ser sagrado. Si en algún momento las labores hacen que la persona se sienta “bloqueada'” es momento de realizar una pausa forzada, tomar aire fresco y oxigenar las ideas.
6. Buscar incentivos: un adecuado incentivo es ideal para realizar el esfuerzo extra que se necesita para salir de la rutina. No es necesario esperarlo de la empresa. Los trabajadores se los pueden dar, como una buena comida por el trabajo realizado o un relajante baño de tina. Hay que buscar las formas de recompensarse.