El sistema inmunitario masculino tampoco responde con la misma fuerza que el de las mujeres a las vacunas contra la fiebre amarilla, el sarampión y la hepatitis, señalaron los autores de este trabajo, que busca explicar este fenómeno.
El estudio, realizado entre 34 hombres y 53 mujeres, muestra que los anticuerpos a la vacuna contra la gripe tienen una respuesta generalmente más fuerte en las mujeres que en los hombres.
Pero la reacción inmunitaria promedio de estos últimos con bajos niveles de testosterona fue más o menos similar a los de las mujeres, señalaron los investigadores de la Universidad de Stanford en California y el Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica (Inserm) de Francia.
El estudio será publicado en las Actas de la Academia Americana de Ciencias (PNAS) con fecha 22 a 27 de diciembre.
Las investigaciones anteriores realizadas en células humanas in vitro o en animales también revelaron que la testosterona tiene propiedades anti inflamatorias, lo que lleva a pensar que podría haber una interacción entre esta hormona masculina y la respuesta del sistema inmunitario, que provoca una inflamación frente a la invasión de un patógeno.
El estudio no muestra una relación directa entre la testosterona y un menor grado de respuesta inmunitaria. Sin embargo, parecería que la reacción del sistema inmunitario se ve reducida por la activación de un grupo de genes vinculados a unos niveles elevados de testosterona, explica Mark Davis, profesor de inmunología de la Universidad de Stanford, principal autor del estudio.
Según él, “se trata del primer estudio que muestra una correlación clara entre los niveles de testosterona, la actividad de los genes y la respuesta inmune en humanos“.
Los investigadores se cuestionaron también la aparente paradoja en la evolución de una hormona responsable de características masculinas como la fuerza muscular o el gusto por el riesgo que contribuye asimismo a debilitar el sistema inmunitario del hombre.
Visto el papel de los guerreros y los cazadores, los hombres se ven más expuestos en la historia del género humano que las mujeres a las infecciones y a las heridas, revelaron.
Si poseer un buen sistema inmunitario es deseable contra agentes patógenos, una reacción excesiva puede ser en cambio peor para el organismo al generar mucha inflamación, un fenómeno al que son mucho más susceptibles las mujeres que los hombres.
Así un sistema inmunitario menos sensible podría adaptarse más a la supervivencia, apuntan los autores de la investigación.