Otro jarrón de terracota, en el que el artista pintó a unas bailarinas, se vendió por US$826 mil, mientras que un jarrón de la colección de platos Service visage noir, decorados con cabezas de faunos sobre fondo negro y en el que cada pieza es única, alcanzó la cifra de US$512 mil.
Picasso creó estos jarrones entre finales de 1950 y principios de 1951 en la Costa Azul francesa, donde, a los 64 años, había descubierto su pasión por la cerámica.