El sujeto percibe al celular como una extensión de sí mismo, sin la cual se siente incompleto, fragmentado y totalmente inseguro. Sin esa ramificación, el nomofóbico, inconscientemente, se cree disfuncional y rechazado por los demás, lo cual le genera temor infundado.
Los síntomas de la nomofobia, que proviene de la frase en inglés no-mobile o sin celular, se expresan en agresividad, angustia, ansiedad, inestabilidad de ánimo y dificultad de concentración. Esta dolencia la padece más de la mitad de los usuarios y es más frecuente en hombres que en mujeres.
El grupo de mayor riesgo son los usuarios de teléfonos inteligentes, los cuales, al tener más funciones como agenda, fotos, correos electrónicos y redes sociales, generan más dependencia. Los jóvenes son más vulnerables, ya que su vida social depende de mantenerse conectados.
Además de ser una fobia, este trastorno puede considerarse como una desvalorización de la persona que solamente se considera apreciable y capaz, si está acompañada de este pequeño artefacto.
¿Cómo combatirla?
Todo individuo puede elegir entre sucumbir ante una debilidad y pagar el precio para sobreponerse a ella o hacer uso de su voluntad e inteligencia para modificar su actitud. Para lograrlo, es necesario poner en práctica algunas estrategias que requieren perseverancia y convencimiento.
Como primer paso, se sugiere que el afectado comience con ejercicios como apagar el celular por la noche, el fin de semana o por períodos cada vez mayores hasta que sea capaz de dejarlo en casa por dos o cuatro horas sin que esto le produzca ansiedad o intentar dejarlo en otra habitación cuando esté en casa.
Se debe tener la certeza de que quien desee contactarlo en verdad, lo intentará de nuevo las veces que sean necesarias y que también podrá localizarlo en el teléfono fijo de casa u oficina.
Una actitud que beneficia tanto al nomofóbico como a los que lo rodean, es la decisión de no manipular, contestar o recibir mensajes mientras se conduce. Esta fobia puede causar accidentes o incluso su muerte o la de los demás.
Las nuevas tecnologías debieran aumentar el bienestar y comodidad del hombre. Utilizarlas de manera incorrecta o en exceso ocasionan daños a su salud física y psicológica.