George Michael actuó, entre otros lugares, en el Palacio Garnier de la ópera de París, lo que lo convierte en el primer artista contemporáneo en subirse a este escenario.
El álbum incluye una selección cuidada y “maravillosamente arreglada e interpretada” de los números más “reseñables” de su catálogo, además de interpretaciones de los artistas preferidos de Michael.
Una nueva visión de A Different Corner, Praying For Time y Cowboys and Angels o versiones de clásicos como Wild Is The Wind, interpretada por artistas como David Bowie, o Idol, del disco de Elton John.