Los síntomas conductuales del autismo, por lo general, se presentan entre el primer y segundo años de vida. Si se logran identificar antes, habrá más posibilidades de que los tratamientos tengan éxito, afirman expertos.
Este trastorno afecta a más niños que niñas, y aunque hasta ahora se desconocen sus causas exactas y no existe una cura total, se ha demostrado que los programas educativos y conductuales especializados pueden ayudar a los pacientes.
Se sabe que en niños mayores, uno de los síntomas del problema es la incapacidad de contacto visual. En el estudio se les mostró a los bebés imágenes de rostros de personas.
También se les colocaron sensores en el cuero cabelludo, para medir las diferencias en su actividad cerebral.
Según Mark Johnson, del Birbeck College de la Universidad de Londres, “es importante notar que esto no es una predicción cien por cien precisa. Teníamos bebés que mostraron signos de advertencia y, sin embargo, no desarrollaron autismo”.
Los investigadores afirman que es necesario perfeccionar la prueba para hacerla más exacta, antes de que pueda emplearse como diagnóstico de rutina.
