Vida

Horacio Castellanos: “La literatura nace de la infelicidad y de las crisis”

El escritor salvadoreño Horacio Castellanos asegura que la literatura "nace a partir de la infelicidad y de las crisis", por lo que la situación que atraviesa actualmente Europa puede representar una oportunidad para que los autores "enfrenten los momentos extremos del ser humano".

Horacio Castellanos  (foto:caravanaderecuerdos.blogspot.com)

Horacio Castellanos (foto:caravanaderecuerdos.blogspot.com)

“El no estar acostumbrado a estar en crisis; el considerar que tu nivel de vida era infinito, que no iba a cambiar, y de pronto las reglas del juego cambian radicalmente, eso obliga a un autor a replantearse todo”, explicó Castellanos en una entrevista en Buenos Aires.

El escritor nacionalizado salvadoreño, aunque natural de Honduras, se encuentra estos días en la capital argentina, donde presentó su reciente novela, El sueño del retorno, en la Feria Internacional del Libro.

“En el caso latinoamericano, nosotros surgimos de las crisis, prosigue Castellanos. Yo me formé como escritor a la sombra de una guerra civil y he vivido siempre en crisis. Que se hunda una economía no me parece nada excepcional: he vivido muchos hundimientos y creo que los latinoamericanos lo vemos así”.

Afincado en la actualidad en Estados Unidos, el escritor ha vivido en muchos países, a uno y otro lado del Atlántico, y por eso analiza con perspectiva los cambios “intensos” que se están dando en el mundo.

Unos cambios que también afectan al mercado literario y, concretamente, al español, “que fue durante muchos años un mercado estable y referencial, a partir del cual se proyectaban las obras hacia los países de habla castellana”.

“Ahora eso está cambiando de una manera acelerada, porque España ha entrado en una crisis y no se sabe quá va a suceder. La reducción del mercado, de la capacidad de compra, es brutal”, afirma.

Sin embargo, explica Castellanos, “en la medida en que la crisis se profundice en España, al igual que la concentración del capital y de las editoriales y se deje de dar el nivel de consumo que existía anteriormente, Latinoamérica tendrá una mayor presencia, porque no está sufriendo los mismos tipos de variables económicas”.

El escritor asegura que su obra no surge de ese tipo de crisis, ni de una intensa investigación de un momento en concreto de la historia, sino de “impresiones que afectaron a mi aparato perceptivo y me dejaron herido. Situaciones en las que me veo involucrado emocionalmente”.

“Es como algo que empieza a sonar en el oído. Hay una imagen, una voz o una sensación que poco a poco se va acumulando y de ahí sale una historia”, dice.

Historias como la de Erasmo Aragón, el protagonista de El sueño del retorno, con el que comparte anécdotas de vida, “pero no la manera de ver y enfrentar el mundo”.

“No es un libro autobiográfico. Utilizo algunas anécdotas mías, cosas que me han sucedido, pero distorsionadas y exageradas a partir de las necesidades del personaje, que tiene una psicología muy particular”, asegura Castellanos.

El Salvador y la Guerra Civil que sufrió ese país entre los años 1980 y 1992 siempre están presentes de alguna manera en su obra, aunque sea de manera lateral, o como dice él, “por los bordes”.

“Me formé en El Salvador y viví todo mi exilio mexicano, que duró diez años, atento a lo que pasaba con la guerra, porque era una guerra que afectaba a todo”, indica.

Por eso, añade, “mi literatura siempre está relacionada con esos años de mi vida, con esas experiencias y esas situaciones. Este libro, El sueño del retorno, transcurre en México, pero el personaje es un salvadoreño que está pendiente de lo que sucede en su país”.

Sin embargo, Castellanos no se anima a escribir una novela que tenga como argumento específico la guerra que se vivió en el país centroamericano.

“Lo de escribir una novela de guerra es algo que mucha gente se plantea. Yo nunca lo he hecho, aunque mis historias siempre van circulando alrededor de ella. Pasa por mi mente, pero no es algo que me obsesione. No me lo planteo como un desafío personal”, concluye