En Guatemala, Manuel Solís fue uno de los pioneros en el arte de la lutería, esto en el siglo XX.
A pesar de ser una profesión poco frecuente, hay algunos lutieres quienes han aprendido el arte en el extranjero. En esta edición se incluyen las historias de dos lutieres que han dedicado su vida a crear estos codiciados instrumentos musicales.
El alquimista del sonido
Marco Barrios es músico y lutier, una combinación ideal para este oficio. En su taller alberga decenas de violines, a los cuales cuida con estrictos estándares climatológicos. “Una variación en la humedad o temperatura puede afectar severamente la madera, y con ello el sonido del instrumento”, explica Barrios.
Este lutier se dedica al oficio desde hace más de 20 años. “Debemos conocer las diferentes escuelas, la historia de instrumento y las técnicas que se le aplicaron al crearlos”, agrega.
Para Barrios, los principales daños que reciben los instrumentos se deben al contacto con el ambiente, el humo y el uso que se le da. Las restauraciones en violines no son para fines decorativos. “Los instrumentos que vienen conmigo no son para colgarse en una pared, son para volverse a interpretar y devolverles la vida”, puntualiza.
Marco Barrios tiene 20 años de dedicarse a este oficio de la lutería. (Foto Prensa Libre: Ángel Elías)
Secretos de la lutería
La lutier Feiga Siedler siempre tuvo una inclinación por las artes y la música. “Comencé en la escultura y luego estuve en el Conservatorio Nacional de Música. A veces las cosas se confabulan contra una, y descubrí la lutería. En este arte mi maestro fue estadounidense Antonio Rizzo, quien me enseñó los secretos”, revela Siedler.
Este oficio necesita mucha dedicación y esmero, opina.
“Usamos maderas de maple y pinabete, las cuales importamos de bosques europeos”, dice.
En su taller alberga algunos violines y chelos que esperan ser reparados o terminados. “Todos los instrumentos son importantes. Acá vienen concertistas a reparar o afinar sus instrumentos. Para mí, todos los instrumentos tienen el mismo valor y por lo tanto el mismo tratamiento”, comenta.
Siedler ha dedicado su vida a la lutería, profesión que dice le deja cada día grandes satisfaccioines.
Feiga Siedler dice que ser lutier es su pasión. (Foto Prensa Libre: Ángel Elías).