Kors presentó asimismo pantalones de traje holgados en tonos grises y negros, de talle alto y que se ajustan a la cintura con armoniosos cinturones, los cuales combina con anchas camisas que muestran un discreto escote para dar un toque de sensualidad.
La firma también recupera el clásico “trench” (gabardina), que presenta en tonos verde oliva en su versión más moderada, o en cuero de color vino para las mujeres que quieren darle un toque diferente a su vestimenta.
Para las prendas exteriores, dominó asimismo la piel de zorro, que se llevó tanto en largos y voluminosos chalecos en negro y gris, chaquetas cortas en camel, y chaquetones hasta la rodilla en rosa oscuro.
Para el día, la firma apostó por faldas drapeadas también en tonos neutros que terminaban por encima de la rodilla en su parte delantera, pero que caían hasta media pantorilla por detrás para crear un elegante movimiento de la prenda al caminar.
También pudieron verse vestidos midí que se ajustan al cuerpo de la mujer gracias a anchos y sencillos cinturones acompañados de largos guantes de cuero negros, así como holgados pantalones y faldas de línea a, también en cuero negro.
Para la noche, Kors se decantó por los brillos en vestidos midi (por debajo de la rodilla) ajustados a la cintura y de falda drapeada en negro, plateado y dorado, colores que en ocasiones combinó elegantemente con estampados animales.
En sus piezas de gala, Kors echó mano de lentejuelas negras y largos flecos en un guiño a los años 20 tanto en vestidos por debajo de la rodilla, ceñidos a la cintura y con profundos escotes en pico, como en vestidos más cortos en palabra de honor.
A la pasarela, que contó con la música de violines en directo, se subieron varias modelos conocidas, como la maniquí de tallas grandes Ashley Graham como Bella Hadid, Aymeline Valade, Joan Smalls o Kendal Jenner, que cerró el desfile.
Acudieron evento varias celebridades, entre ellas la actriz estadounidense Blake Lively.