Diseños tradicionales tailandeses fabricados a mano con seda se mezclan con las más atrevidas tendencias realizadas con novedosos tejidos y sólo aptos para los más atrevidos.
“Nos ha llamado mucho la atención la feria por lo vanguardista del diseño, además no esperábamos encontrarnos tantos productos fabricados a base de piel de cocodrilo o avestruz”, indican Francina y Lana, dos cazadoras de tendencias de la marca catalana Tous que se han desplazado hasta la feria.
Además de la ropa para adultos, buena parte de los expositores del sector textil están dedicados a las prendas infantiles.
“Antes había diferentes diseños en cada país, pero ahora la ropa va a todos los mercados del mundo y los patrones son similares de un lugar a otro. La única diferencia son las tallas” , indica a Efe Kamontat Chaorujiroj, mánager de la marca de ropa para niños Tutti bambino.
El recinto se encuentra dividido en varias secciones y además del textil, la principal atracción de la exposición, abundan los puestos de accesorios como bolsos, zapatos, joyería o maletas.
“Mis diseños son fabricados solo con material reciclado”, explica Wanida Tonwongkaew, diseñadora de bolsos, mientras sostiene una de sus creaciones realizada a partir de una bolsa de comida para animales domésticos.
Esta trigésima edición, bajo el eslogan éxito y más allá, aúna más de 700 expositores de cerca de 500 empresas, tanto locales como procedentes de otros países.